El Archipiélago vivirá este próximo domingo un derbi para la historia con los dos representativos insulares, Herbalife Gran Canaria y CB Canarias, enfrentados en un duelo de invictos y colíderes. En este escenario, se presentan dos equipos rivales en lo deportivo con dos aficiones amigas y hermanadas. El baloncesto une, aseguran ambos bandos. Grancanarios y tinerfeños pretenden continuar esta temporada con un hermanamiento ejemplar entre hinchadas que el curso pasado impresionó a todo un país. No es ciencia ficción ni literatura barata, es el trato ejemplar y modélico que acompaña al derbi canario en la Liga Endesa.

"Para nosotros ésta es una fiesta comparable a la de la Copa del Rey", señala Claudio Santana, representante de la grancanaria Peña Siroco, que fundamenta este buen rollo en el ambiente jovial entre aficiones que los del Granca conocen bien tras animar cada una de sus participaciones en las distintas gradas de la Copa del Rey.

"Hemos sintonizado bien y existe un entendimiento correcto en ambas islas de lo que es el deporte y la sana rivalidad. Esto es un espectáculo deportivo y es bueno saberse entender; cada uno defendiendo lo suyo y después darle moral al que no pudo conseguir la victoria. Esto es algo aceptado por las dos aficiones", afirma Jorge García, de la Peña San Benito, la más veterana de las Islas al estar fundada en 1979. Para Miguel Torres, portavoz del Frente Los Pollos Amarillos, peña del conjunto lagunero, el concepto es mucho más sencillo. "Mientras que no nos enfrentemos a ellos, nosotros siempre queremos que gane el Granca. Esto no es fútbol y somos equipos hermanados. Así que yo, después del Canarias, digo que soy del Granca. Mucho más que del Tenerife Baloncesto", se ríe Miguel Torres.

Todos recuerdan como clave el ambiente positivo que acompañó al duelo del curso pasado en el Santiago Martín, el primero tras muchos años entre ambos equipos, y que sirvió para marcar la pauta a seguir. "Aquí la afición se reconoce por cómo tratamos a la afición rival. Siempre hemos tenido este buen trato", explica Torres.

Además, la historia de afecto entre ambas hinchadas no termina en el escenario del partido. Ambos coinciden antes y después del duelo, comparten comida, mesa y mantel e incluso se prestan ayuda en caso de necesidad. El duelo de la segunda vuelta coincidió con una tormenta que provocó el cierre de puertos y aeropuertos. Muchos aficionados del Canarias se quedaron en tierra y los amarillos respondieron con el ofrecimiento de sus hogares para que el vecino pudiera pasar la noche. "Nosotros tenemos amistad con la Peña de La Marea", explica Miguel Torres antes de añadir, "ellos nos ofrecieron sus casas y nos trataron estupendamente, igual que nosotros a ellos con paella para todos en su visita a la isla de Tenerife".

Para un seguidor del Herbalife como Juan Francisco Arroyo, conocido por esa toalla que siempre brinda al jugador -ya sea local o rival- en una de las bandas del Centro Insular analiza el envite en clave histórica. "La verdad es que nadie se esperaba llegar al derbi con los dos equipos invictos, colíderes y peleando con el Barça y el Madrid. Los dos equipos han fichado bien y eso se está notando", señala Arroyo, que añade: "Ya tuvimos un adelanto en la Copa Toyota con muy buen feeling entre ambos. Esto debe ser así y espero que siga".

Sobre el resultado final, que nadie esconde como elemento clave, para estos los canaristas, quizás más sorprendidos ante el buen inicio de temporada de los suyos, el duelo ha cambiado de cariz tras conocer la lesión de Juanpi Gutiérrez. "Sin Levi Rost ni Juanpi va a ser mucho más difícil ganar en Gran Canaria", avisa Torres. Aún así, desde la experiencia, no pierden la actitud competitiva. "Siempre son partidos explosivos y aunque existen diferencias, individualidades y el componente local, siempre son duelos que se miden desde la igualdad", asegura Jorge García, de la Peña San Benito.