Valsequillo revivió ayer en el barrio de El Rincón de Tenteniguada las costumbres populares en el VII Día de las Tradiciones.

Dentro de las jornadas 'Recordando nuestro pueblo', organizadas por la asociación juvenil La Parada de El Rincón, este barrio dio un paso atrás en el tiempo para representar las escenas cotidianas, los antiguos oficios y los personajes de la época, en una recreación en vivo de la vida en los años 50 del pasado siglo.

Valsequillo recuperó el protagonismo de los viejos campesinos, bordadoras, el antiguo párroco con sotana negra recorriendo el pueblo, los monaguillos, la pareja de guardia civiles, el latonero, la partera, el forjador o la santiguadora y las lavanderas.

El folclore musical fue el hilo conductor, con la participación de agrupaciones folclóricas y parrandas de distintas partes de la isla, entre ellas, La Descamisada de San Bartolomé de Tirajana, la escuela de folclore Amado Rodríguez de la Vega de San Mateo, la parranda Medio Jigo Pal´kilo de Valsequillo y las agrupaciones folclóricas Labrante y Granjeros de Arucas.

El espectáculo contó con la presencia de representantes de Arucas, San Mateo, Artenara, Valsequillo, Mogán y San Bartolomé de Tirajana, que sacaron a la luz las costumbres propias de cada rincón de Gran Canaria. Artenara mostró la producción del aceite de almendra y el pan de papas. San Mateo, como exponente de las medianías del centro, enseñó los productos agrícolas de los potajes canarios, entre otros representantes del siglo pasado. Arucas expuso su producción platanera, el ron Arehucas y las galletas Bandama. De la parte Sur, los mayores del pueblo de Juan Grande rememoraron los antiguos aparceros y la tradición tomatera. Y Mogán, la venta ambulante de pescado fresco y los frutos tropicales, entre otros ejemplos.