La Casa de Colón rastrea el legado de la comunidad de descendientes canarios en Luisiana en la exposición Cislanderus. Retratos, vidas y paisajes que se mezclan con las voces reales de una comunidad viva, feuto de un trabajo de investigación de tres años de Thenesoya V. Martín De la Nuez, y la fotografía de Aníbal Martel.

Cislanderus hace un recorrido a través de sesenta imágenes por la vida de los descendientes canarios de Luisiana. A partir de un principio de no intervención, las fotos de Aníbal Martel buscan documentar el presente de esta comunidad a la vez que fijan su atención en el punto de encuentro entre el observador y lo observado. Tomadas con luz natural, las fotos de esta muestra evidencian la complicada naturaleza de los sentimientos y la objetividad.

Las fotografías se dividen en paisajes, vidas y caras. Estas últimas, en blanco y negro, son la forma de presentar a los miembros de la comunidad, cara a cara, con atención en su mirada y con el propósito de enfrentarla a la del espectador. La serie de fotografías sobre vidas centra su atención en las intra-historias de los descendientes. Los protagonistas de estos retratos contextualizados se encuentran en sus propios espacios, domésticos o laborales, donde llevan a cabo su vida cotidiana.

Entre 1778 y 1783 aproximadamente 2.500 canarios llegaron a la entonces Luisiana española para repoblar y defender el recién adquirido territorio de las tropas británicas. Familias enteras emprendieron un viaje hacia unas tierras húmedas, llenas de pantanos y a merced de frecuentes inundaciones. Cuatro fueron los asentamientos de los canarios alrededor de la ciudad de Nueva Orleans: Galveztown y Valenzuela, al norte de la ciudad de Nueva Orleans, y Barataria y La Concepción Gran Canaria, De 10.00 a 18.00 horas Casa de Colón, Las Palmas de Gran Canaria.