Gran Canaria es una isla muy visitada pero poco conocida. Esto se debe, en parte, a que cuenta con la ciudad más poblada del archipiélago y debido a esto ha absorbido gran parte del protagonismo insular, olvidando la multitud de atractivos que esconde en toda su geografía, que son poco transitados y conocidos, no solo por los turistas, sino para el nativo. Estos son algunos de los parajes que hacen de Gran Canaria un paraíso.

Roque Ceniciento

Situado al norte de la Isleta y al nordeste de la Montaña del Faro, el Roque Ceniciento es una de las maravillas que esconde la capital grancanaria. Expuesta al mar abierto, cuando la meteorología lo permite, el lugar se presenta como una extraordinario paraje donde practicar buceo. Con una inmersión de poca profundidad se puede admirar un paisaje que combina unas preciosas cuevas con los restos de dos o más barcos hundidos.

Los Tilos de Moya

Los Tilos de Moya guarda uno de los últimos reductos de la laurisilva de Gran Canaria. La flora y fauna del lugar se componen de las especies típicas de este particular bosque, con multitud de endemismos de alto interés al contar con más de 50 especies de plantas. Este paraje natural se presenta un paraje ideal para los amantes del senderismo.

Barranco de los Cernícalos

Apenas diez kilómetros en las afueras de Telde, repartido entre los pagos de Lomo Magullo y Cazadores, se encuentra uno de los tesoros paisajísticos más preciados de la Isla. El barranco de Los Cernícalos recorre 12 kilómetros del municipio y acoge el mayor sauzal de las islas con numerosos manantiales de agua durante todo el año. Manantial continuo de agua y lugar donde habita la mayor población de sauces en el Archipiélago, el barranco de Los Cernícalos se presenta como uno de los itinerarios ecológicos preferidos por senderistas locales y foráneos.

Montaña del Gallego

Dentro del catálogo de rarezas del patrimonio de las islas figura con honores propios el Tagoror del Gallego, en Santa María de Guía, una suerte de rotundo mueble en piedra compuesto por una hilera de asientos principales colocados con vistas excepcionales a la Montaña de Ajódar.

Tiritaña

Pequeña playa de arena negra flanqueada por acantilados, en la desembocadura del pequeño homónimo en el municipio de Mogán. Posee un entorno natural muy agradable y calmado, al no ser una playa señalizada. Es una playa pequeña al tener una longitud de unos 86 metros y una anchura de 12 metros.

Faneque

Este rincón del municipio de Agaete está considerado uno de los acantilados costeros más altos de Europa y algunos informes aseguran que el tercero del mundo con sus 1008 metros de altitud sobre el nivel del mar. A la sombra de Tamadaba, al formar parte de una prolongación del macizo que lleva su nombre, Faneque es un territorio inhóspito que ofrece uno de los miradores naturales más espectaculares de Gran Canaria. La altura de este coloso que corona el norte de Gran Canaria hace que el visitante se sienta diminuto frente a la inmesidad del océano Átlantico.

Risco Caído

Gran Canaria es el lugar del mundo con la mayor concentración de grabaciones de triángulos prehistóricos del mundo, una de las muchas cualidades arqueoastronómicas que avalan el camino de Risco Caído, una cueva sagrada con una cúpula perfecta que contiene otra maravilla excepcional, marcadores equinocciales y solsticiales, de modo que por sus características ya se puede asegurar que se trata de un templo astronómico único en las islas del planeta.

Caldera de los Pinos

Esta medianías norteñas fueron en su día el dominio de un mítico bosque de nieblas conocido como La Selva de Doramas, en memoria del líder indígena que capitaneó la resistencia en la conquista de Gran Canaria. Desde su mirador, vértice donde convergen los lindes de los municipios de Moya, Santa María de Guía y Gáldar, se pueden admirar los centenarios pinos canarios que le dan nombre, además de una amplia panorámica del norte y oeste de Gran Canaria.

Barranco del Toro

El escondido barranco del Toro se localiza en el sur de la isla, en la zona de San Agustín, a la altura del Hotel Gloria Palace. El lugar se presenta como un destino para los amantes del senderismo, y donde también se puede practicar escalada y rapel. Además, en época de lluvias se forman varias charcas donde se puede disfrutar de un refrescante y relajante baño en sus aguas.

Azuaje

Situado al norte de la isla, la Reserva Natural Especial de Azuaje ofrece una oportunidad de admirar un paisaje singular, que en otro tiempo fue motivado para el disfrute de turistas procedentes de diferentes partes de Europa, que acudían al hoy en desuso Hotel-Balnerio de Azuaje.