Nos llegan insistentes rumores, cuyas fuentes son del todo fiables, de que AENA va a iniciar la demolición del antiguo edificio de la terminal del aeropuerto y la antigua torre de control, elementos que durante tantos años formaron parte de la evocadora estampa de aquel entorno y cuyos servicios para el tránsito de pasajeros y la navegación aérea fueron inestimables. Nos permitimos sugerir que podría estudiarse la posibilidad de lograr que quedaran en pie como testimonio de la memoria histórica el pórtico de la entrada con su ornamentación de cantería de Arucas con la puerta giratoria, así como la también en desuso torre de control para que siguieran formando parte de la historia de nuestro aeropuerto.

A propósito de esta sugerencia queremos recordar al resumir la historia del nacimiento del aeropuerto grancanario que el primer aterrizaje en las angostas llanuras de Gando se produjo el 18 de enero de 1924 cuando tomaron tierra tres aviones Breguets que acompañaban al hidroavión pilotado por Ramón Franco en su raid aéreo Melilla-Cabo Juby-Canarias, de cuyo acontecimiento se cumplen el próximo lunes 85 años. Pero mucho antes, en la mente de los regidores del Cabildo insular de Gran Canaria se gestaba la idea de que la isla contara con un campo de aviación con una primera idea de instalarlo en la Ciudad, pero en 1920 el ingeniero Antonio Artiles, jefe de Vías y Obras de la corporación, desaconsejó estos terrenos y sugirió como los más apropiados las llanuras del aquel litoral teldense. Entonces Gustavo Navarro Nieto propuso a la institución insular en 1921 solicitar del Estado la construcción de un aeropuerto en la isla, pero no será hasta julio de 1927 cuando aparece la Real Orden para la construcción de varios campos de aviación en algunas provincias, situando uno en Canarias. El Cabildo presidido por Manuel González Martín solicitó inmediatamente la construcción del de Gando comprometiéndose a costear la compra de los terrenos.

Habría que esperar hasta abril de 1930 para que la corporación lograra la promulgación de una Real Orden que disponía la creación del llamado Aeropuerto Nacional de Gando, aunque a mediados de los años 60 del pasado siglo se denominó de Las Palmas a instancias de su entonces director, Pedro González González, verdadero artífice del inicio de la ampliación y modernización del soberbio aeropuerto actual. El cabildo adquiere en Gando una superficie de 700.000 metros cuadrados de terreno por el precio de 70.000 pesetas de la época lográndose una subvención de 750.000 para las obras a partir de cuyo momento se inicia la construcción de la primera pista de aterrizaje, hangar y demás elementos necesarios para la navegación aérea, incluyendo, lógicamente, un inicial y modesto edificio terminal y una torre de control que durante tantos años prestaron sus servicios en el trafico aéreo de Gran Canaria que a partir de aquel momento, con el paso del tiempo, se constituyó en uno de los más importantes de España, pues a los 100 viajeros registrados en 1935 y los 2.000 a principios de 1940, su auge fue superando el tránsito de pasajeros hasta alcanzar los millones que registra en la actualidad.

Las viejas y hoy en desuso terminal y torre de control desa-parecerán del paisaje de Gando porque se asegura que van a ser demolidas para la ampliación de aquellas modernas y vecinas instalaciones. Para quienes, como nosotros, y otros compañeros, transitamos durante tantos años por aquellas viejas insta-laciones realizando nuestras tareas profesionales perduran en nuestro recuerdo estas ya viejas instalaciones porque formaron parte de un entorno que nos fue familiar en las casi diarias visitas para la información de llegada o salida de personalidades ilustres no sólo nacionales de la época, sino internacionales.

NOTA.- Queríamos ilustrar la croniquilla con una foto actual de aquel edificio, pero los servicios de seguridad nos dijeron que estaba prohibido por AENA, a la que recordamos que les cedimos hace un par de años muchas fotos de famosas personalidades políticas y personajes de la farándula, el cine, el teatro y el deporte que habían pasado por Gando desde 1960 en adelante para una exposición que estuvo varios meses en una de sus galerías, gesto del que todavía esperamos las gracias. Por eso hemos tenido que utilizar una vieja foto de Urquijo (1964) del frontis que da a la que era entonces pista de estacionamiento y que servía de entrada de los pasajeros.