Rafael Robaina Romero tomará el jueves posesión como Rector Magnífico de la Universidad de LPGC y estoy muy contenta. A Rafael y a su esposa, Geli Rodríguez, los conocí, supe de ellos, hace 9 años cuando una adversidad desestabilizó sus vidas. Su único hijo, 19 años, fue asesinado en la calle Franchy Roca la noche del 7 de diciembre del 2008. Como tantos compañeros cubrí informativamente el suceso, un acto vandálico de trágicas consecuencia que nos conmocionó a todos. Días de fríos, de lágrimas. Desde la distancia seguí el suceso y su investigación sin saber nada ni de Rafa ni de su mujer, Geli. Eran “los padres de Iván” y para mí, nada más. El dolor era tanto por aquellos días que no tuve valor para acercarme a ambos. Escribí, hablé de ellos y desde la lejanía les observaba. Sabía del trabajo de los dos como docentes, del prestigio profesional que tenían y poco más. Me acerqué un poco más cuando el hijo de una amiga me comentó que casualmente había sido testigo de los hechos la noche trágica y que quería declarar lo que había visto. Hablé entonces con José María Palomino, el abogado que representaba de los padres de Iván; lo puse en contacto con el joven hijo de mis amigos y nada más. Seguí con mi trabajo, conmocionada por lo sucedido. Como todos

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Pero un día en este mismo blog colgué una foto y escribí de ellos. Era una imagen de Gel durante el juicio a los asesinos de su hijo. Me impresionó su entereza y su actitud durante el proceso y en el juicio. Admiré su coraje y lo conté aquí mismo. Para mi sorpresa Geli envió un comentario al blog dándome las gracias y aumentando así mi admiración por su sensatez. Ese fue el inicio de nuestra amistad. Durante un par de años hablé por teléfono solo con ella, charlas largas y siempre enriquecedoras… Al tercer año, si mal no recuerdo, Rafa se unió al dúo. Primero saludos escuetos pero siempre cordiales, de afecto.

Un verano Geli y yo decidimos conocernos y nos vimos por primera vez. Fue -¿en Las Canteras?, me pierdo Geli o en el sur- en el verano del 2011, creo. Allí conocí a Rafa y desde ese día, sin nada preestablecido, hemos regado nuestra amistad como los marineros anudan los barcos al muelle. Con fuerza, con solidez. Para que no suelte. Los tres nos hemos hecho confidencias de todo tipo. Hemos hablado mucho de los hijos –la memoria de Iván siempre preside, sin nombrarlo, nuestras charlas- de la vida, de nuestra trayectoria vital. Cada verano desde 2011 aprovechamos para compartir comida y si nos cuadra, algunas canciones. Como entenderán supe de la aspiración –y decisión- de Rafael Robaina al rectorado de la Universidad de LPGC un poco antes que otros. Le animé desde el primer momento, como lo animó y lo apoyó Geli Rodríguez, su mujer.

Hace unas semanas que el querido Rafa Robaina fue elegido Rector de la Universidad de LPGC y esa noche compartí con ellos la felicidad del ganador, el recuento, las risas y el alboroto de los amigos. Esa noche los vi ilusionados, felices y cómplices y sabiendo que han vivido momentos duros, me alegré especialmente.

El jueves próximo tomará posesión y estaré cerca de mis amigos, celebrando que la vida, a pesar de todo, siempre vale la pena.