Un proyecto internacional, en el que se han asociado ocho universidades, cuatro organizaciones deportivas y una asociación de apoyo a las víctimas, contó ayer con la voz de Marisol Ayala y Miguel Ayala, autores del libro “La secta del kárate” para que aportaran algo de luz al ‘caso Kárate’ a partir de su experiencia con las víctimas de Torres Baena.

Voice, un proyecto que nace para apoyar y proteger a las personas afectadas por el acoso y la violencia sexual en el deporte, tiene desde ayer un ligero acento canario. Los periodistas Marisol Ayala y Miguel Ayala –dos firmas históricas de LAPROVINCIA/DLP– participaron en el fórum Rompamos el silencio en el Deporte. En la cita, organizada por este programa, ambos aportaron algo de luz al caso Kárate a partir de su experiencia con las víctimas del profesor Torres Baena –condenado a 302 años de cárcel, junto a dos cómplices, por abusar de sus alumnos– y que dio forma al libro La secta del kárate (Editorial Mercurio).

Montse Martí, directora del proyecto en España, presentó a los periodistas canarios y destacó la labor de un libro “necesario” que se debería haber escrito “hace mucho tiempo y en muchas otras disciplinas deportivas”.

Marisol Ayala y Miguel Ayala detallaron ante los asistentes al acto, financiado por la Unión Europea, el proceso de captación de Torres Baena. Presenta en la sala se encontraba Fabián Quesada, director de la Asociación del Deporte Español, que trabajó con el grancanario en la Universidad de Cáceres y que destacó el poder de seducción del karateka.

En su intervención en el fórum, Miguel Ayala recordó que Torres Baena “desarrolló un metódico sistema afectivo y deportivo para satisfacer su apetito sexual con decenas de menores de ambos sexos, a muchos de los cuales reconvertía a su vez en captadores y captadoras de nuevas víctimas, niños y niñas que se sentían privilegiados por acceder al círculo íntimo del entrenador”. “Él”, agregó, “siempre era quien elegía a los nuevos integrantes a los cuales repetía en monótonas charlas personales que ‘practicar sexo a edad temprana con adultos otorgaba una madurez física y psíquica al karateka frente a su contrincante sobre el tatami”.

Telaraña

En la Sala Pierre de Coubertain del Museu de l’Esport Melcior Colet (Barcelona), Miguel Ayala explicó que “nada en aquella telaraña delictiva escapaba al control de este deportista, con cierta fama en las Islas Canarias, ni tampoco a sus cómplices, entre las que se incluye a sus dos esposas en diferentes momentos del relato facilitado por las víctimas”. “Más de 300 años de condena (cerca de 500 a los tres acusados declarados culpables), una de las más severas interpuestas en España y Europa”, añadió, “nos sitúan ante la gravedad de los hechos que sufrieron los y las jóvenes karatekas que terminaron cayendo en sus redes simplemente por ilusionarse y aficionarse a un deporte”.

El periodista, redactor jefe de la revista Con Estilo –de LAPROVINCIA/DLP– detalló el modus operandi de Torres Baena y sus cómplices. “Era muy sencillo y se fue perfeccionado durante años y años de práctica” narró antes de explicar que “entre todos los cientos y cientos de alumnos y alumnas que durante años pasaban por el gimnasio, se iba seleccionando a las más guapos y guapas que, por lo general, tenían además los mejores físicos”.

Infierno

“Cuando comenzamos a escribir este libro”, confesó Miguel Ayala, “ante las innumerables relaciones sexuales que las víctimas relataban en sus declaraciones y que practicaban constantemente entre sí y con su entrenador y sus cómplices, le pregunté a una de ellas si realmente había sido tan duro todo aquello, con tanto sexo desenfrenado entre gente joven y guapa en todo tipo de encuentros. Me respondió que si pensaba eso aún, no me había enterado de nada y era mejor que no continuáramos escribiendo este libro”. “Y entonces”, admitió el periodista, “fue cuando nos centramos en “enterarnos” de todo sin saber bien dónde nos metíamos ni cómo de terrorífico iba a ser el infierno al que nos trasladarían con sus entrevistas y declaraciones las víctimas”.

Marisol Ayala, por su parte, recalcó que “es curioso que resulte tan sencillo explicar una trama que costó tanto tiempo organizar”. “35 años”, continuó, “desarrollando un sistema para propiciar y cometer abusos sexuales para que al final, una niña y cinco deportistas desmontaran la fachada que cubría el gimnasio de Torres Baena”.

La periodista recapituló y recordó que “él se vendía como el entrenador de campeones y el resto, como borregos e influenciados por lo que veían hacer a otras víctimas, confiaban en él”.