Como si de un barrio más fuera, la costa desde la óptica de los marinos constituyen una serie de zonas que éstos diferencian cuando se hallan ante ella. Las Palmas en este sentido tuvo desde sus orígenes una Geografía Afortunada: La Bahía de Las Palmas.

Los puertos de la isla eran, antiguamente, simples playas o caletas donde las operaciones de embarque y desembarque de los navíos se podían realizar en pequeñas embarcaciones. En este sentido, los puertos de la BAHÍA DE LAS PALMAS tuvieron fama de ser los mejores situados, arreglados y defendidos con respecto al resto de puertos de la Isla, (Melenara, Gando, Agaete, Sardina …).De ellos, destacaba en el Norte: Las Isletas que por sus condiciones naturales se constituyó en el puerto principal de la ciudad y con ello, de la Isla. Y dentro de la ciudad amurallada, la Caleta de San Telmo en Triana. Pero aparte de estos principales desembarcaderos, la Bahía de Las Palmas poseía tres fondeaderos.

El primero de ellos: el de Las Comedurías. Se encontraba situado 'frente al Castillo de Santa Catalina, (hoy Arsenal de la Base Naval) era el preferido. Muy molesto con brisas frescas, pero seguro, por ser de arena”.

También estaba el fondeadero del Marisco. Frecuentado todavía en 1880 por pequeños buques de cabotaje por la proximidad del Muelle de Las Palmas y a los barrios de residencia de los pescadores, (los Costeros de los Riscos). Se localizaba entre el Muelle y la ermita de San Telmo. “Con las brisas frescas era preciso dejar este sitio muy particularmente los buques fondeados entre 10 y 14 metros de agua. La calidad es, el fondo arena y cascajo, algo de coral y fango”.

Finalmente, el de Los Plátanos. Entre el del Marisco y el barranco del Guiniguada. “Se podia largar el ancla en toda su extensión desde los 25 a 40 metros sonda. La estructura del fondo, arenas, con algunas piedras, canto rodados y fango del barranco“ .

En los tres fondeaderos podía un buque hacerse a la vela cuando aparecían los temporales de dirección SE, de los cuales no tenía defensa la Bahía de Las Palmas. Antiguamente, buscaban abrigo rodeando la Isleta hacia la playa del Arrecife (playa de las Canteras) en bahía del Confital.

Así las playas que hoy son zonas de recreo y ocio hasta bien entrado el siglo XIX era lugares donde se carenaban los navíos. Y en La Puntilla, aún hoy, quedan como testigos mudos de los grandes veleros, las humildes barcas de los pescadores.

NOTA: Texto entrecomillado extraído de GONZÁLEZ QUEVEDO, M. “Algo de Historia: Fondeaderos de los Puertos Las Palmas y La Luz”, rev. Aguayro, nº 146, 1983, pp. 21-28