Víctor Hernández tenía preparado pedirle la mano a su novia, Nadia Ramírez, en el Centro Comercial Atlántico el pasado domingo cuando una maleta sospechosa en un baño hizo desalojar el centro comercial.

Una vez comprobado que era una falsa alarma, el novio pudo continuar con su plan.

Dentro de una sala del Yelmo Cines esperaba la familia de Nadia, que fue cómplice desde un principio. Una amiga tenía que llevar a la novia a ver una película con la excusa de celebrar su cumpleaños. Para hacer la ilusión más real, Víctor Hernández proyectó en la pantalla del cine tráileres de largometrajes, pero al terminar los anuncios, empezaron las felicitaciones de amigos y familiares por el cumpleaños de Nadia. Aún no sabía que, además de soplar las velas, su novio se arrodillaría para pedirle matrimono.

La última felicitación proyectada fue la de Víctor Hernández, a la que siguió un montaje en el que el novioemulaba una películta James Bond y se preparaba para llegar al Centro Comercial Atlántico. Finalmente, entró en la sala junto a la batucada Castillerinhos y pidió matrimonio a Nadia, que, a pesar de que se cayese el anillo, aceptó casarse con él.