En un mundo dominado por el ´like´ y el ´clic´ las barreras de los permisible, o simplemente de lo lógico, se desdibujan. El mundo digital ha perfilado una lógica totalmente diferente para unas generaciones en las que se abre paso con fuerza la figura del influencer. Aquellos niños que querían ser bomberos o astronautas conviven con los que quieren ser los nuevos ´Dulceida´ o ´El Rubius´, muestra de ello es la Universidad de Shanghai, primer en el mundo que oferta unos estudios universitarios para ser ´influencer´.

Estos nuevos iconos se han convertido en los profesionales más codiciados en el mundo de la publicidad, el cine o las series. Dulceida reina en las vallas publicitarias, ´Soy Una Pringada´ consigue su propia serie y Andrea Compton pone voz a un personaje de un taquillazo de Disney. Son los nuevos famosos y lo bueno, y malo, es que cualquiera puede alcanzarlo. Con un teléfono móvil, una conexión a internet y alguna que otra buena idea puedes convertirte en una ´celebritie´.

Pero esta fama ´rápida´ y al alcance de todos puede convertirse en un precipicio hacia la muerte. Sin exagerar. Este agosto saltaba la alarma por el ´hot challenge water´, un reto que consistía en arrojarse agua hirviendo por encima (al estilo del ice bucket challenge, el viral para recaudar fondos para la investigación del ELA). En este caso no había un objetivo filantrópico. El reto es básicamente arriesgar la vida por un puñado de ´likes´. Es el caso de Ki´ari Pope, una niña de 8 años de Florida que tras ver el reto en internet lo replicó. Sufrió quemaduras graves en la tráquea que terminaron con su vida.

En 2015 la moda fue el ´condom challenge´, que consistía en llenar un preservativo de agua y lanzarlo sobre la cabeza. Este se deformaba alrededor de la cara ofreciendo una ´divertida´ imagen antes de estallar. Pero no siempre se rompía. Jessica Moore, una joven de 17 años de Las Vegas, falleció asfixiada por el preservativo que su desesperada amiga Theresa Jones intentaba reventar.

Muchos de estos retos parecen inofensivos en principio. Es el caso del ´cinnamon challenge´ (el reto de la canela) , que consistía en tragar una cucharada de esta especia y no tomar agua en 60 segundos. Mientras que algunos reaccionaban expulsando los polvos en una nube de canela y toses, el viral podía causar dificultades respiratorias e incluso el colapso de los pulmones.

Lo ´extraordinario´ es que aunque el reto presente riesgos explícitos estos no dejan de tener seguidores fieles. Ejemplo de ello fue el ´snorting challenge´, que se basaba básicamente en introducirse objetos por la nariz para luego sacarlos por la boca. El riesgo de asfixia era evidente, pero esto no evitó que proliferasen los vídeos en internet en los que jóvenes, en su mayoría, esnifasen desde preservativos hasta wasabi, pasando por la ya nombrada canela.

La lista podría continuar con el reto ´Labios de Kylie´ (que podía literalmente reventar los labios), el ´reto de la asfixia´ (en el que se apretaba la garganta hasta el desmayo), el ´surf sobre el coche´ (que produjo, lógicamente múltiples muertes), el ´reto del eyeballing´ (en él había que introducirse un chupito de licor por el lagrimal), el ´fire challenge´ (que se basa en arrojarse líquido inflamable y prenderle fuego) o la famosa ´Ballena Azul´ que provocó suicidios por todo el globo.

Frente al ´like fácil´ a cambio de la seguridad personal hay quien se apoya en un buen contenido para alcanzar esos ansiados ´me gusta´. Los que antes eran llamados ´freaks´ se convierten en ´genuinos´ en la red y consiguen lanzar poderosos mensajes a un público totalmente receptivo, porque a diferencia de los famosos ´comerciales´ ellos eligen qué seguir, cómo y cuándo. Ejemplo de esta transgresión podría ser ´King Jedet´ quien junto a ´Miss Nina´ compuso el tema ´Reinas´, una canción de reggaetón que lejos de perpetuar los mensajes machistas celebra la individualidad. Y la mayoría de la atención inicial la cosechó por ser un hombre con aros, vestido y maquillaje.

No todos tienen por qué ser tan pintorescos para marcar una diferencia. María Herrejón, quien se convirtió en conocida en la plataforma ´Vine´, forma parte de la iniciativa ´Ahora ganas tú´ un libro en el que un grupo de ´influencers´ nos cuentan sus experiencias personales con el bullying y cómo consiguieron sobreponerse a este problema social. La iniciativa destina el 5% de las ganancias a la asociación ´No al Acoso Escolar´.

O La pareja de ´youtubers´ ´Yellow Mellow´ y María Cadepe que se embarcaron en un buque de Greenpeace hacia el Ártico para que sus ´followers´ viesen de cerca los efectos del cambio climático.

Estos nuevos famosos navegan entre la típica imagen frívola que muchos tienen sobre los ´influencers´ y los pequeños proyectos con los que pretenden diferenciarse de los demás y crear una marca. Internet, en el fondo, es una ventana al mundo, la cuestión es cómo decides utilizarla.