La filial de Aguas de Barcelona en Canarias, Canaragua, tiene demandado al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife por el proceso de adjudicación de Emmasa, al considerar que se llevaron a cabo irregularidades en el pliego de condiciones del concurso. En síntesis, Canaragua considera que se benefició de forma arbitraria a Sacyr Vallehermoso, empresa que finalmente resultó adjudicataria.

Según consta en el recurso presentado ante el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3 de Santa Cruz de Tenerife, "la oferta de Canaragua está infravalorada y penalizada", puesto que considera que "en aquellas cuestiones en que es netamente mejor, la diferencia que se le otorga con Sacyr se minimiza, y en aquellos aspectos en que la oferta de Canaragua pudiera resultar inferior a la de Sacyr, se la penaliza disminuyendo aún más su puntuación".

En concreto, la filial de Aguas de Barcelona estima que "al menos cinco de los siete criterios previstos en el pliego han sido mal valorados, con grave perjuicio para Canaragua SA".

La demanda toma como punto de partida la propuesta que realizó la Mesa de Contratación del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, un informe evacuado por los técnicos de Emmasa en el que se consideraba a Sacyr Vallehermoso como la empresa que mejor oferta presentaba. Sin embargo, "tal informe prescinde de los criterios reflejados en el citado pliego y, por el contrario, se basa en lo que a lo largo de ese informe se denominará modelo Emmasa, al que ninguna referencia se hizo en la tramitación del expediente de contratación ni en el pliego".

En realidad, lo que insinúa Canaragua es que el concurso se adaptó a la oferta de Sacyr Vallermoso, y que "ese nuevo y decisivo criterio se introdujo una vez abiertas las ofertas, lo que no resulta jurídicamente compatible con las reglas de transparencia que rigen la contratación administrativa, ya que este criterio, en su caso, debería haberse incluido en el pliego que debería haber detallado la incidencia del llamado modelo Emmasa en la valoración de las diferentes ofertas".

De esta forma, el recurso contencioso administrativo recoge que "al momento de la licitación no existía ningún modelo Emmasa y, sin embargo, la valoración se realizó en función de la cercanía de las ofertas a tal modelo, por lo que dicho modelo parece configurarse como un criterio de adjudicación ex novo que no constaba en el pliego".

El recurso persigue anular el acuerdo municipal de adjudicación del concurso y, por ende, todos los actos de ejecución del mismo, en concreto "la suscripción de las participaciones" por parte de Sacyr Vallehermoso.