El consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, Domingo Berriel, aseguró este miércoles que el Ejecutivo regional no se ha planteado "de modo alguno" modificar la ley de directrices, ni derogar los límites de crecimiento ni eliminar el control parlamentario.

Berriel, en respuesta a tres preguntas parlamentarias del diputado del grupo Socialista Santiago Pérez afirmó que lo que pretende el Gobierno es que la ley trianual de contención del crecimiento turístico, que debe enviar al Parlamento, se base en los principios de calidad y de renovación de la planta alojativa turística.

El consejero también se refirió a la necesidad de que los cabildos impulsen los planes turísticos insulares y acusó al PSOE de sembrar la incertidumbre y el alarmismo.

Reiteró el consejero que el Gobierno canario no se plantea una liberalización del crecimiento de la oferta turística, sino que, por el contrario, aboga por una contención de la oferta.

Respecto al efecto llamada que sobre la inmigración puede tener la liberalización del crecimiento de la oferta turística, Domingo Berriel afirmó que los efectos llamada no vienen por la contención o no de las camas turísticas sino por hay un fracaso de las políticas de inmigración y en el control de las fronteras.

Insistió que en la calidad será uno de los ejes de la nueva ley y afirmó que para rehabilitación de la planta alojativa el Gobierno aprobó este martes una partida de 7 millones de euros para este fin.

Santiago Pérez, del grupo Socialista, pidió al consejero de deje de hacer declaraciones que creen inseguridad jurídica para los agentes económicos en Canarias, y reprochó a Berriel decir un día un cosa y otro una diferente.

Santiago Pérez señaló que el Gobierno de Canarias ya debilitó la ley de directrices cuando permitió la aprobación a final de la pasada legislatura de 5.000 camas turísticas en Gran Canaria, y afirmó que el principal motor del efecto llamada es el crecimiento económico por lo que consideró "simplona" la explicación del consejero.