La reforma del Estatuto de Autonomía de Canarias tendrá que esperar. El paso por el Congreso de los Diputados concluyó este martes definitivamente tras algo más de un año de intentos de tramitar la propuesta enviada por el Parlamento regional, que no ha logrado llegar a buen puerto y que se convierte en la primera modificación estatutaria de esta legislatura que fracasa.

Las posiciones irreconciliables de los tres principales partidos canarios sobre la reforma electoral han terminado por encallar la negociación y cegar cualquier posibilidad de acuerdo en la ponencia que analizaba el texto. PSOE, PP y CC ofrecieron distintas lecturas sobre las razones del fracaso, los socialistas imputándolo a nacionalistas y populares y viceversa, pero reconociendo una situación de “bloqueo” que aconseja cerrar el proceso e intentar un nuevo consenso en el ámbito del Parlamento de Canarias, ya después de las elecciones generales de marzo de 2008.

La que parece última reunión de la ponencia duró poco más de una hora y sólo sirvió para constatar que las posiciones se mantenían prácticamente inamovibles. El PSOE ofreció algunos avances, sin apenas concreciones, sobre las materias del texto que CC y PP consideraban troncales, pero no logró un compromiso de estos grupos para incluir la reforma electoral, algo que los socialistas consideran ineludible e irrenunciable para cualquier futura modificación.

Nacionalistas y populares, sin embargo, entienden que el PSOE no dio los pasos necesarios en asuntos relativos a la identidad canaria, de autogobierno y de financiación, pese a asegurar que estaban dispuestos a hablar de la reforma electoral.

EXPLICACIONES. Aunque los portavoces de los tres grupos ofrecieron todo tipo de explicaciones sobre las diferencias, admitieron, algunos de ellos de forma explícita, que la situación política en las Islas ha condicionado la negociación. Así, Ramón Jáuregui, portavoz socialista, resaltó el “proceso anómalo” que ha sufrido la propuesta desde que salió del Parlamento canario y llegó al Congreso, “con el rechazo y las descalificaciones del PP”, y el vuelco que sufrió ese proceso tras las elecciones de mayo y el pacto entre CC y PP.

Desde CC, Ana Oramas aseguró que la posibilidad de acuerdo “la ha dinamitado el PSC no por cuestiones del Estatuto, sino por una situación política determinada de ese partido y de su líder, Juan Fernando López Aguilar”. Por el PP, Soraya Sáenz de Santamaría consideró que el PSOE ha estado “mareando la perdiz” durante todas las reuniones de la ponencia sin llegar a especificar ni aclarar su verdadera posición.