El presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, y el líder de la oposición socialista, Juan Fernando López Aguilar, se culparon este miércoles mutuamente del fracaso de la reforma del Estatuto de Autonomía y aumentaron el cisma que existe entre CC y el PSC, augurando que no habrá acuerdo sobre ese asunto hasta después de las elecciones generales de marzo.

El jefe del Ejecutivo autónomo, de visita ayer en Bruselas, criticó los intentos de los socialistas de José Luis Rodríguez Zapatero de "descafeinar" el nuevo Estatuto de Canarias. "El Gobierno autónomo decidió retirarlo al ver que lo que querían era descafeinarlo. Querían que tuviéramos un estatuto como el de Extremadura o La Rioja, descafeinado", denunció.

Rivero acusó también al Gobierno socialista de truncar, por razones políticas, "la posibilidad de que Canarias se incorpore a las regiones, nacionalidades, territorios o países de más amplio techo competencial, lo que a cualquier mortal le parecería razonable".

"Lo único que pedimos -añadió Rivero- es lo que Europa reconoce: que los territorios aislados necesitan de medidas legislativas, económicas y competenciales diferentes". Pese a las discrepancias existentes entre el bloque CC-PP y el PSC, Rivero aseguró que "no nos vamos a rendir" y que "ni hemos tirado la toalla ni la tiraremos".

Por su parte, López Aguilar pidió al Gobierno regional de CC y el PP que "no meta más la pata y que dejen de hacer el ridículo" al solicitar la retirada del Congreso de la fracasada reforma del Estatuto, pues decae al extinguirse las Cortes por la celebración de las elecciones generales. Advirtió a nacionalistas y populares que será un "error y una inutilidad por falta de consenso" volver a debatir la reforma estatutaria en el Parlamento canario si no se quiere modificar el sistema electoral.