El Gobierno de Canarias ha asumido con naturalidad y sin sorpresa los datos sobre balanzas fiscales entre el Estado y las Comunidades Autónomas y en concreto el que señala que Canarias es una de las regiones más favorecidas por el sistema de redistribución territorial de la riqueza en España al obtener 2.347 millones de saldo positivo en sus relaciones financieras con la Administración central. De hecho, la impresión más extendida en el entorno del Ejecutivo regional es que ese superávit fiscal no llega a compensar en su totalidad el coste de la lejanía y la insularidad.

Las fuentes consultadas en las dos fuerzas políticas del pacto de Gobierno, CC y PP, señalaron que Canarias "queda en una zona media entre las comunidades que se benefician del sistema de redistribución y solidaridad" y que esa posición demuestra que se siguen incumpliendo los preceptos legales sobre la compensación por los costes de la ultraperificidad. "No somos los primeros, no estamos tan favorecidos como parece a primera vista, estamos en la mitad de la tabla y eso en el caso de Canarias no es precisamente un signo de que estemos siendo favorecidos por el sistema", afirmaron desde el Ejecutivo.

INSULARIDAD. De hecho, para justificar esta argumentación, los portavoces del Gobierno canario ni siquiera se refieren a la balanza fiscal, de las seis ofrecidas ayer por el Ministerio de Economía y Hacienda, en la que peores resultados arrojaba sobre Canarias. Incluso la más beneficiosa de ellas, que se realiza por el método de cálculo de 'carga-beneficio' y que da al Archipiélago un superávit fiscal frente al Estado equivalente al 6,38% del PIB regional, es considerada para el Ejecutivo canario deficitaria respecto a los costes de la insularidad.

Según esta premisa, estos costes no están tan ponderados en esas balanzas como lo están otros criterios de compensación en las respectivas regiones beneficiadas. No hay, por tanto, según esta tesis, una "ponderación estricta y pura de la lejanía y la insularidad", porque si así fuera, Canarias tendría que ocupar el primer puesto entre las regiones beneficiadas por el sistema de redistribución de riqueza.

En todo caso, el Gobierno recuerda que dos de las balanzas presentadas el martes reducen considerablemente el beneficio de la Comunidad en sus relaciones financieras con el Estado y que una de ellas lo hace hasta dejar en sólo 570 millones y un 1,60% del PIB regional el superávit. Esa diferencia entre una y otra balanzas, la mayor entre las horquillas del resto de las comunidades junto a la de Baleares, es otro dato más que lleva al Gobierno canario a considerar que tiene aún bastante margen para percibir más recursos del Estado.

La publicación de las balanzas fiscales ha reabierto la guerra territorial por mejorar posiciones en la financiación autonómica pese a que el Gobierno central ha asegurado que el informe no interferirá en la negociación ya iniciada en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Las regiones que más contribuyen a la solidaridad, sobre todo Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares, amagan con un pacto entre regiones ricas para reducir el margen de transferencias a las regiones más pobres. Éstas exigen los mecanismos de solidaridad.