Las migraciones forzosas y los procesos de guerra y represión en España durante la Guerra Civil y la Dictadura han sido motivo de debate en el Aula de Verano de La Gomera. Agustín Millares Cantero, profesor de Historia de la Universidad de Las Palmas, se ha encargado de dirigir esta propuesta, que se celebró el pasado lunes 28 y martes 29 en el Centro Recreativo Junonia de San Sebastián.

Eligio Hernández Gutiérrez, vicepresidente de la Fundación Juan Negrín; Pedro Antonio García Bilbao, profesor de Sociología de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid; Mirta Núñez Díaz-Balart, profesora de Historia de la Universidad Complutense; Fernando Hernández Sánchez, profesor del IES Sefarad y Ricardo Guerra Palmero, doctor en Historia y tutor en el centro asociado de la UNED en Tenerife, han sido los ponentes de este curso, que ha tratado aspectos como el enfoque académico de las migraciones forzosas, la represión como causa de migraciones forzosas; los crímenes de retaguardia y la represión fascista en Canarias; la supervivencia en las Islas en los años de postguerra y represión, la figura de Guillermo Ascanio y su compromiso por la libertad, entre otros.

Agustín Millares explica que el objetivo del curso ha sido “analizar el fenómeno de la migración pero desde un contexto represivo, como se produjo a raíz de la Guerra Civil Española. Después se trataba de analizar los fenómenos de esas migraciones forzosas que se producen en el estado español y otras latitudes, y establecer las similitudes y diferencias con el fenómeno migratorio en la actualidad”. Millares Cantero ha precisado que “el curso se ha desarrollado sobre una dinámica curiosa, desde una línea de seminario, de encuentro de especialistas, sin que se establezca una ruptura entre los ponentes y los matriculados, con lo cual se crea una dinámica participativa que ha sido sumamente enriquecedora”.

Cuestionado por el papel histórico del Archipiélago en los procesos migratorios, el profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria recalca que “Canarias en un territorio histórico de emigrantes desde siempre. Hemos sido también el resultado de un mestizaje”. Por ello, opina que “el hecho de que aquí se planteen reparos al fenómeno migratorio, cuando hemos sido siempre un país de emigrantes, resulta paradójico, cuando no frustrante en muchos sentidos. Lo que pasa es que hay un racismo subyacente en todo esto. Se habla de la tolerancia y la liberalidad del canario, pero esto alcanza hasta que llega el inmigrante hasta la puerta de tu casa. Hay que ser solidario, aunque sea por pura coherencia con nuestra propia historia”, sentencia.

La Ley de la Memoria Histórica también ha sido uno de los motivos de comentario en esta iniciativa. Al respecto, el profesor Agustín Millares sostiene que la citada ley “es problemática desde su artículo 3, cuando se plantea la ilegalidad de los juicios del franquismo, pero no la ilegitimidad de los mismos, o cuando se establece una equiparación entre los que defendieron la legalidad republicana y quienes fueron a por ella, a cargársela. Creo que es una ley que no satisface a todos los que combatimos el fascismo en España, el régimen franquista, y que no establece las adecuadas reparaciones y deja una cantidad de cabos sueltos enormes. Por citar algunos”, añade, “en el fondo parece que lo que se pretende no es deslegitimar el régimen franquista, sino establecer una loa a lo que fue la transición democrática. Y hay que pensar que dentro de esos cabos sueltos que cito habría que mentar las reparaciones que merecen por los saqueos y las incautaciones de que fueron víctimas miles y miles de españoles, un asunto que queda pendiente, o incluso la simbología del propio régimen franquista, que se exceptúa por su valores artísticos, con lo cual en los cuarteles, las iglesias o hasta en la nomenclatura de las calles se mantiene”.

Millares Cantero considera que “el olvido del régimen franquista ha sido una operación programada de desmemoria. No se ha explicado a las nuevas generaciones lo que significó el franquismo porque no ha interesado. Una cosa es la reconciliación entre las dos Españas y otra cosa, evidentemente, es que no se valore lo que significó la lucha por la democracia en este país durante la Guerra Civil y los 40 años de dictadura”.