El desafío del alcalde de Santa Cruz de Tenerife, Miguel Zerolo, tanto al Parlamento como a CC al promover una declaración institucional, que se votará hoy, a favor del periódico El Día y contra el rechazo expresado por el Parlamento a la línea editorial del rotativo tinerfeño, fue ayer duramente contestado por la presidenta de los nacionalistas grancanarios y secretaria de la Mesa de la Cámara regional, María del Mar Julios, que consideró "lamentable" que su compañero de partido "utilice" el Consistorio para "iniciar una batalla entre instituciones".

Julios, que ha sido la principal impulsora junto al PSC de que CC y el Parlamento condenaran los reiterados y vejatorios ataques del propietario del citado periódico, José Rodríguez Ramírez, contra Gran Canaria, afirmó que "lo que es incorrecta no es la postura" de la Cámara "sino la del alcalde, pues como parlamentario que es, debe respetar más que cualquier otro la declaración del Parlamento y no entrar en el juego peligroso de enfrentar a instituciones entre sí".

Como se recordará, el equipo de gobierno municipal (CC y PP) llevará a la sesión plenaria de hoy una declaración institucional a favor de "la libertad de expresión" del rotativo que, además, considera como una "incorrección el acuerdo adoptado por la Junta de Portavoces" de la Cámara regional.

La máxima dirigente de CC en Gran Canaria no descartó incluso que en la próxima reunión de la comisión permanente de los nacionalistas ponga sobre la mesa estas actitudes, en tanto en cuanto "van en contra incluso de la condena a los discursos pleitistas de El Día que aprobó la dirección del partido".

Julios espera que todos los dirigentes de CC "reflexionen y se den cuenta de que la línea editorial de ese periódico nos salpica a todos los canarios, que debemos estar unidos y no enfrentados".

Por su parte, el presidente del CCN y también concejal del Ayuntamiento de Santa Cruz, Ignacio González, se mostró favorable a la declaración institucional porque, "aunque no comparto los editoriales, me parece mucho más peligroso que ello el hecho de que el Parlamento condene la línea editorial de un periódico".