El blog de Dulce Xerach parece cargarlo el diablo. En apenas dos meses, la diputada de CC por Tenerife se ha visto envuelta en sendas polémicas a cuenta de las opiniones que deja escritas en su bitácora. Para unos, la ex viceconsejera de Cultura hace un ejercicio envidiable de independencia y libertad dentro de su formación política, abordando la sana crítica de la que suelen adolecer unos partidos políticos encorsetados en férreas disciplinas. Para otros, por contra, la cuñada de Adán Martín es ese Pepito Grillo adanista que aprovecha la red de redes para socavar desde dentro los cimientos del proyecto de un Paulino Rivero, que, en todo caso, no se ha caracterizado precisamente por honrar la obra de su antecesor.

El 18 de noviembre, cuando Ana Oramas hizo pública su dimisión como alcaldesa de La Laguna para traspasar el cetro municipal a Fernando Clavijo, Xerach avisó desde su tribuna virtual que esa decisión ya estaba tomada cuando concurrió a las elecciones en 2007, y jugueteó con la hipótesis de que el presidente del Cabildo tinerfeño, Ricardo Melchior, y el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, Miguel Zerolo, hicieran lo propio y destaparan a sus presuntos tapados para sucederles. Palabras que desataron a la CC más cucañista. Apenas tres días después, la parlamentaria activaba la tecla del bloqueo de mayúsculas de su ordenador para recular con un rotundo "ME EQUIVOQUÉ", y añadir que "Adán y yo sólo comentamos que era un ejemplo de cómo hacer las cosas bien".

Aprendida la lección, la próxima vez Xerach no sería tan explícita. "Adivina adivinanza: Qué pasó hoy en el TEA?", telegrafiaba en el post correspondiente al pasado viernes 30 de enero, titulado El TEA y la falta de libertad de expresión. Y es que la autora del blog también lo es de un libro sobre el flamante museo tinerfeño, libro que quiso presentar 'in situ' en esas instalaciones para un programa televisivo. No obtuvo el permiso y optó por dejar caer el abreviado enigma en su bitácora, que aguijoneó la curiosidad de los que la frecuentan.

Entre el rebumbio de opiniones que se sucedían tras el anuncio, la parlamentaria iba dosificando la información. "Ni hablar, no lo puedo contar, me matarían, me malinterpretarían, me vilipendiarían y vete tú a saber qué más", afirmaba en un primer momento, para acabar rindiéndose a la insistencia y reconocer que, "efectivamente había una cámara, e intentaron hacerme un reportaje sobre el libro, pero no me dejaron hablar dentro del edificio. Eso es todo...".

En todo caso, la diputada regional no ocultaba su disgusto con ciertos sectores de Coalición. "No quiero crear otro partido político. Me gusta el mío, no todo el mundo es así en CC, y aunque antes era mejor y se respiraba más libertad, aún hoy sigo creyendo que es la mejor opción de las existentes. No voy a abandonar el barco ahora, después de 21 años de militancia. Pero tampoco voy a permanecer callada ante determinadas actitu- des", aseguraba.

El blog de Dulce Xerach, su blog abre un debate que, tarde o temprano, tenía que plantearse en una sociedad de redes. Muchas cosas están sometidas hoy a escrutinio y crítica en el espacio virtual, pero los partidos políticos mantienen una organización interna en buena medida propia de la edad analógica, prietas una filas sobre las que pende la máxima guerrista que amenazaba con dejar fuera de la foto a todo el que ose moverse.

DINÁMICA GREGARIA. En este estado de cosas, ¿es necesario llevar a plaza pública críticas de fuero interno para romper estas dinámicas gregarias? ¿Hasta dónde son legítimas unas críticas que pueden dejar a los partidos con las vergüenzas al aire? Porque, si alguien duda a estas alturas de que CC en Tenerife ya no es una y única, tiene en el blog de Xerach el argumentario completo para convencerse.

Hay, por ejemplo, una serie epistolar dirigida a Rivero en la que acumula hasta siete ideas para mejorar su gestión, como la que le recuerda que "la diversidad no es buena ni mala, simplemente es". Así, un lector se preguntaba si "no habrá otro foro para que el presidente, que milita en CC y se reunirá alguna vez con el grupo parlamentario de CC, se entere de todas estas 'ideas para Paulino". "¿Ustedes no se hablan?", finalizaba. "Pues hablamos mucho menos de lo que me gustaría", le contestaba Dulce Xerach, "él lo sabe, así que como nunca tiene tiempo le envío en mi blog las ideas y así las puede ir leyendo cuando tiene un momento. Hoy tenemos reunión de grupo, pero en esas reuniones... es difícil... profundizar...".