Las eventuales pérdidas que puedan estar sufriendo las empresas canarias amenazan con comerse los 4.000 millones de fondos de la Reserva para Inversiones de Canarias (RIC) pendientes de materializar. Cuando una empresa tiene pérdidas un año, éstas se compensan con los beneficios obtenidos, por lo que si esos beneficios son correspondientes a años anteriores pero fueron utilizados para dotar la RIC por esta empresa, serán detraídos de esa bolsa.

Ésta es una circunstancia no suficientemente conocida, pero que podría estar distorsionando a la baja y de forma grave los cálculos que apuntan a que la bolsa de fondos RIC sin materializar contiene 4.000 millones de euros. El presidente de la Confederación Canaria de Empresarios, Sebastián Grisaleña, estima hasta en un 70% la disminución que puede haber sufrido esta bolsa.

En todo caso, tanto Sebastián Grisaleña como el asesor económico y vocal de la Cámara de Comercio de Las Palmas José Sánchez Ruano, apuntan a una RIC que, en su reformulación de diciembre de 2007, no ha conseguido reactivarse como instrumento fiscal importante, desligada del mercado inmobiliario. Con la turbulencia de la crisis económica y, una vez que el Gobierno central no atendió la prórroga solicitada por el Ejecutivo canario para la materialización de los fondos, una parte importante del dinero RIC que está siendo invertido se destina a la compra de deuda pública.

Por otro lado, se abre una nueva puerta con las adjudicaciones de los concursos eólicos, pues el reglamento de 2007 contempla expresamente la materialización en activos que contribuyan a la protección y mejora del medio ambiente. Finalmente, hay otras posibilidades poco atendidas, como la inversión en I+D+i o en derechos de uso de propiedad intelectual.