"Este Parlamento vive del cemento". Fue el lema más repetido ayer durante la cadena humana organizada por Ben Magec-Ecologistas en Acción contra la proposición de ley, presentada por Coalición Canaria, que persigue cambiar el Catálogo de Especies Protegidas aprobado en 2001 y que los colectivos participantes tildaron de "aberración con el patrimonio natural del pueblo".

Más de un millar de personas rodearon la sede parlamentaria de Santa Cruz de Tenerife -por las calles del Castillo, Suárez Guerra, Pérez Galdós y Valentín Sanz-, unidas por 700 metros de cuerda con imágenes de las especies que van a ser descatalogadas o van a ver rebajado su grado de protección, así como por más de 200 metros de chorizo de perro. ¿Y por qué chorizo? Para saberlo, bastaba con escuchar los eslóganes: "Esto sí hace daño, un chorizo en cada escaño", "Parlamento de Canarias, la mejor charcutería".

El ambiente festivo, las batucadas, los niños disfrazados y el civismo marcaron una nueva marcha verde en Tenerife que, según Fran Castro, responsable de Ben Magec-Ecologistas en Acción, demuestra "la sensibilidad y concienciación cada vez mayor de la sociedad canaria hacia el medio ambiente y contra la especulación inmobiliaria".

Castro remarcó que lo único que quiere el grupo parlamentario de CC, con el apoyo decidido del PP, es "borrar de un plumazo y sin el menor consenso los obs-táculos que pone la naturaleza de las Islas a los proyectos depredadores de las promotoras". "Para poder hacer el puerto de Granadilla y más puertos deportivos y campos de golf, que atentan contra el patrimonio natural de los ciudadanos, no les ha quedado otro remedio que condenar a la desaparición a muchas de las especies más importantes de nuestra biodiversidad. Y lo hacen sin contar con los científicos de las universidades canarias", añadió.

"Políticos corruptos, especies protegidas", gritaban desde el megáfono, mientras una joven sostenía un carrito de un recién nacido con un cártel que decía: "¿Estos políticos se descatalogan? Ojalá se extingan".