El presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, defendió ayer que los malos resultados obtenidos por el sistema educativo insular en el último diagnóstico realizado por el Ministerio de Educación no son achacables a la falta de inversión del Ejecutivo regional, ni a la calidad de las infraestructuras y tampoco a los sueldos de los profesores que ejercen en las Islas, de los que dijo que se encuentran "entre los dos o tres que más ganan" en el Estado. Sí asumió que "hay que cambiar y hacer más cosas y tener más datos para que esas acciones redunden en la mejora de la calidad de la educación" y que con este objetivo se encargó un "informe detallado" para detectar dónde chirría la maquinaria.

Rivero hizo una firme defensa de las infraestructuras y los medios en base a los cuales se desarrolla la labor educativa en el Archipiélago, pese a que la Evaluación General de Diagnóstico 2009 sitúa a las Islas a la cola de España junto a Baleares, la Comunidad Valenciana, Ceuta o Melilla. "Tenemos que reflexionar sobre lo que se ha hecho mal", reconoció. Dicho esto, agregó que "tenemos centros educativos de los mejores de la Unión Europea" y "ratios de alumnos [por profesor] a la altura de la UE" (no obstante, la evaluación refleja también que la comunidad tiene las ratios más altas de España, junto a Melilla y Andalucía).

Aunque más moderadas, las palabras del presidente autonómico sobre la realidad educativa canaria y su apuesta por la detección de sus lagunas entroncan con las manifestaciones de la consejera del área, Milagros Luis Brito, quien proclamó que "Canarias necesita un cambio de modelo educativo profundo, radical" para empezar a "enseñar de otra manera para que los alumnos puedan aprender de otra forma".