Por primera vez las víctimas del terrorismo canarias de atentados del Frente Polisario tuvieron ayer un hueco en un acto institucional. "Tuvimos presencia y voz".

La presidenta de la Asociación Canaria de Víctimas del Terrorismo (Acavite), Lucía Jiménez, acudió junto a una treintena de representantes de otras asociaciones al Solemne Acto de Homenaje que con motivo del Día de las Víctimas del Terrorismo -el primero que se celebra tras su aprobación el pasado mes de marzo- se celebró en el Congreso de los Diputados y que contó con la presencia de senadores, diputados, varios ministros, los presidentes del Tribunal Constitucional y del Consejo General del Poder Judicial, amén de Sus Majestades los Reyes.

"Ánimo y a seguir luchando" fueron, precisamente, las palabras de ánimo que don Juan Carlos dirigió a la presidenta de Acavite en la recepción posterior al acto institucional. En una breve conversación el monarca le transmitió a Jiménez que, por lo que a él respecta, la situación de los canarios no ha quedado en el olvido. "Conozco el tema", le subrayó.

Son aproximadamente 300 las familias de las Islas que sufren aún las consecuencias de los atentados que tuvieron lugar en las décadas de los 60 y 70 a barcos pesqueros que faenaban en el banco canario-sahariano o en las minas de Fosbucraá en el entonces Sahara Español. Civiles mayoritariamente que desde entonces, bien ellos o sus descendientes, no han visto reconocida su situación (aproximadamente unas 40 han obtenido en los últimos años el respaldo de los tribunales) ni recibido reparación.

HISTÓRICO. Son, según explicaba ayer Jiménez, viudas, huérfanos y heridos de explosiones de bombas, ametrallamientos y hundimiento de barcos y secuestros que han permanecido durante más de 30 años en el "ostracismo más absoluto".

"Por eso este acto es tan importante. Éste es un día histórico. Un día grande, para, por ejemplo, las familias de los tripulantes del Mencey de Arona, en cuyo atentado murieron 16 personas y sólo apareció un cuerpo; o para los del Cruz Blanca, con sólo tres supervivientes; o los muchos secuestrados, por no hablar de los heridos por las bombas en las minas de fósforo".

"La imagen que ha quedado del Frente Polisario es la romántica, la ligada al movimiento de liberación, pero lo cierto es que mataron y asesinaron para conseguir sus objetivos", subraya Lucía Jiménez, cuyo padre sufrió un atentado con bomba en Fosbucraá en 1976 que le dejó graves secuelas de por vida.

Ganar visibilidad, sobre todo en Madrid, fue el objetivo que se autoimpusieron, hace ahora cuatro años, los fundadores de Acavite. Y es que en la Península, con el paso de los años y bloqueada la causa del Polisario, sus casos habían caído en el olvido y desde las Islas no se lograba dar voz a sus reivindicaciones. Desde entonces la labor de la Asociación ha sido incansable para lograr su reconocimiento.

Ayer, apunta Lucía Jiménez, eran la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, y el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, quienes se interesaron expresamente por las víctimas canarias, pero "hay que destacar sobre todo la ayuda que nos han prestado en estos años el Pérez Rubalcaba [ministro del Interior] y José Manuel Rodríguez Uribes [director general de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo]".