Cuatro españoles resultaron heridos el pasado domingo, entre ellos tres grancanarios, durante una carga de la Policía marroquí en una recepción organizada con motivo de la llegada de once activistas saharauis procedentes de los campos de Tinduf.

La fiesta, en la que se cantaba y se bailaba, no hacía presagiar nada de lo que terminaría sucediendo. A las cuatro de la tarde del domingo, las calles del barrio de Casa Piedra de El Aaiún, en torno a la vivienda de Hussein Ndur, habían sido bloqueadas por efectivos de la Policía marroquí. A las nueve de la noche, entre las risas y los cantos de los anfitriones, llegaron en un coche los once activistas, momento en que los "policías salieron de una esquina y comenzaron a dar puñetazos, patadas y porrazos y sin avisar", contó Laura Gallego, que se encontraba en el segundo piso de la casa tomando fotografías.

En la puerta de la casa se encontraban, además de una multitud de saharauis, tres grancanarios y un extremeño: José Vicente Febles, Lorena López, Cecilia Alvarado y Javier Sopeña. Los tres primeros recibieron diversos golpes y tirones, lo que les ha dejado una serie de magulladuras y moretones, mientras que Javier recibió una brutal paliza.

Febles y López fueron arrastrados por los agentes lejos de la casa y obligados a volver al hotel en el que se alojaban mediante amenazas de agresión física.

Dentro de la casa, junto con "unos 200 saharauis", se refugiaron Alvarado, Sopeña y Gallego. En ese momento comenzó una lluvia de piedras, "grandes como cabezas", asegura Sopeña, que dejaron una treintena de saharauis heridos. Cuatro de ellos han sido detenidos.

López y Febles consiguieron ponerse en contacto con el consulado español en Rabat, quien les envío al depositario de los bienes españoles en el Sahara Occidental, Mariano Collado. Con la ayuda y su salvaguarda lograron acceder al inmueble y rescatar a las otras dos grancanarias que quedaban dentro. Sopeña, que vive en el país africano desde hace dos meses, decidió quedarse hasta la tarde de ayer.

Inés Miranda, la abogada que llevó el caso de Aminatu Haidar, ha tomado las riendas de este ataque a españoles en el Sahara y aseguró ayer que "vamos a emplear todas las acciones que están a mano en el Derecho para castigar la vulneración de sus derechos fundamentales por una actuación violenta e injustificada por parte de la policía marroquí". Asimismo, afirmó sentirse "asombrada" de que el Gobierno español y el canario no hayan mostrado su apoyo.