Santiago Pérez ha revolucionado al PSC con su intención de disputarle al secretario general la candidatura a la Presidencia en 2011. El ex portavoz socialista, uno de los colaboradores más estrechos de López Aguilar, tiene argumentos de peso para aspirar a esa candidatura, pero sus oponentes le recuerdan algo básico: el congreso fue ganado hace sólo seis meses por José Miguel Pérez.

- Después de lo que ha dicho de José Miguel Pérez, no me cabe en la cabeza, y sospecho que tampoco a los ciudadanos, que el PSC concurra con usted a la Presidencia de 2011 y su oponente siga al frente del partido. Sin duda, es una ecuación muy fuerte.

- He sido respetuoso con José Miguel Pérez, y además le tengo afecto personal, pero estamos hablando de política, y los dos estamos en dimensiones políticas diferentes y sabemos distinguir, yo al menos sé distinguirlo, lo que es el terreno personal de la política. Yo tengo la libertad y sobre todo la obligación de decir lo que pienso de este momento del partido. Y desde luego le estoy siendo más leal de lo que él cree y de lo que le son otros. Fíjese: los que apoyaron a José Miguel Pérez en el congreso de marzo, un congreso ganado por la mínima, lo hicieron antes con lealtad a Juan Fernando López Aguilar, pero también debería saber el secretario general que entre ellos están también los que sabotearon a López Aguilar. El secretario general, después del congreso, en lugar de ampliar sus apoyos, se ha metido en un camino en el que tendrá muchas dificultades para consolidar un liderazgo y, de otro lado, de ser un gran líder regional, al estilo de López Aguilar o como lo fue Saavedra.

- Oyendo sus propuestas y sus estrategias, el modelo del partido, la relación con el resto de fuerzas políticas, parece que ha mimetizado usted perfectamente la figura política del ex secretario regional.

- Mi relación con Juan Fernando López Aguilar es muy peculiar, y no de ahora, de siempre. Ha sido con el tiempo como me he hecho amigo suyo. Él es una persona con luces y sombras, como todo el mundo, pero con el que se puede tener una relación fraternal. Ni antes, cuando él dirigía el partido, ni ahora tengo una relación de cotidianidad con él. Otros que ahora apoyan a José Miguel Pérez sí tuvieron es relación de cotidianidad con él; yo no.

- ¿Cree que ese discurso suyo y esa oportunidad de buscar ahora primarias tras un congreso hace apenas seis meses lo respaldaría López Aguilar?

- Es mejor que esa pregunta se la haga a él, pero sí le diré que estoy convencido, y le insisto en que es un convencimiento, no una constancia, de que mi discurso y mi estrategia ante un momento crucial para el partido como es el de las elecciones autonómicas, serían respaldados por López Aguilar, pero debe quedar claro que él no es mi primo de Zumosol.

- ¿Le consultó antes de lanzarse a forzar unas primarias?

- Mi decisión de lanzarme a unas primarias no se la consulté, pero es que tampoco se la comenté. La decisión fue mía y yo medito mucho mis decisiones. Puedo comentarlas con otros y no fue este el caso con Juan Fernando, pero siempre las tomo yo y las asumo enteramente.

- Algunos de sus compañeros de partido y adversarios le sitúan a usted en Nuevas Canarias más pronto que tarde.

- No soy nacionalista, y no lo soy porque he acabado ya de madurar políticamente de otra manera. Política e ideológicamente soy una persona, digamos muy hecha. Tengo un compromiso político con Canarias y para llevarlo adelante no es necesario ser nacionalista. Estoy plenamente integrado en la tradición socialdemócrata y no haré ningún tránsito de partido. Verá que quienes han lanzado esas insidias sobre mí no lo han hecho ni lo harán públicamente, entre otras razones porque no tienen la trayectoria de entrega al partido que yo tengo. Es gente que está ahora mismo en el Partido Socialista cómodamente camuflada; son los que siempre estuvieron en el partido aplicándose el principio de camúflate y vive.

- José Miguel Pérez planteó en sus primeros momentos como secretario general la posibilidad de un acuerdo en el Parlamento con Nueva Canarias, si es que este grupo obtenía representación y posibilitaba una mayoría para gobernar. Es lo mismo que le he oído decir a usted ahora mismo.

- Es cierto, pero desde marzo hacia acá las cosas han cambiado mucho en el partido y en la dirección. Fíjese cómo ha reaccionado estos días Nueva Canarias al acercamiento evidente de José Miguel Pérez a Coalición Canaria. Le han advertido públicamente que tenga cuidado con su presidencia en el Cabildo de Gran Canaria. Esa advertencia ha venido como consecuencia de una venia que José Miguel Pérez pidió a Román Rodríguez para ese acercamiento. Lo sé porque estoy obligado a saberlo.

- No acabará usted en Nueva Canarias, pero casi ha hablado mejor de su dirección que de la de su propio partido.

- Mire: eso tiene una explicación bien sencilla y transparente. Yo compartí con muchos dirigentes de Nueva Canarias momentos muy duros del movimiento antifranquista. Eso crea una relación de amistad, de respeto y afecto. Y veo también que desde Nueva Canarias se intenta articular una fuerza política que no sea muletilla ni de Coalición Canaria ni del PP. No es la primera vez que me recuerdan desde el Partido Socialista mi buena relación con los dirigentes de la rama progresista del nacionalismo. También con una circunstancia tan natural como ésa han querido desprestigiarme.