El consejero de Sanidad, Fernando Bañolas, revisará el contrato de adjudicación provisional del servicio de hemodiálisis de los hospitales Doctor Negrín y José Molina Orosa, de Lanzarote, a la empresa Lifeblood. Aunque el Gobierno asegura que el procedimiento se ha ajustado a la ley sí estima "rarísimo" que se haya interesado y adjudicado este servicio a una empresa que carece de experiencia en prestación sanitaria, condición que tampoco le exigía el pliego.

La adjudicación provisional a Lifeblood fue firmada por la anterior consejera, Mercedes Roldós, cinco días antes de que se rompiera el Pacto de Gobierno CC-PP por 31 millones de euros por cuatro años. El administrador único de Lifeblood es Javier Jorcano Otero, gerente Inprocansa, presidida por Eduardo Fernández, suegro de Jorcano, un empresario vinculado al PP hasta el punto de que la operación de compra en el año 2000 del Canódromo, en el segundo mandato de José Manuel Soria en el Ayuntamiento, da inicio al caso que actualmente está pendiente del Tribunal Supremo por irregularidades urbanísticas.

La orden de Bañolas viene determinada por el hecho de que puede caer en prevaricación si se niega a dar por definitiva una adjudicación que tiene todos los parabienes de la mesa de contratación, formada íntegramente por técnicos de la administración autonómica y profesionales sanitarios y ajustada al pliego de cláusulas administrativas exigidas por el Servicio de Salud.

Lifeblood SL resulta la adjudicataria de la concesión hasta 2014 y prorrogable hasta 15 años, en cuyo caso el valor estimado del contrato ascendería a 124,7 millones, a pesar de que se acredita que carece de experiencia en el sector, aunque ello no le impide legalmente ser adjudicataria. El objeto social de Lifeblood no se determina como "prestación de servicios médicos nefrológicos" hasta junio de 2008, al tiempo que Jorcano es nombrado como administrador único.

Hasta entonces, la empresa, creada el 11 de octubre de 2005, tiene como objeto social, según el Registro Mercantil la compraventa de inmuebles y un largo rosario de epígrafes, el primero de los cuales es precisamente los bienes inmobiliarios. Con anterioridad, Lifeblood estaba vinculada a Sociedades Urgentes, una gestoría propiedad de Ramón Cerdá cuya especialidad es la creación y venta de empresas durmientes a quienes no están dispuestos a esperar entre 45 y 60 días a la formalización de una nueva sociedad.

Una nueva modificación estatutaria de Lifeblood se asienta en el Registro el día 20 de mayo de 2010, siete después de que se publicara en el Boletín Oficial de Canarias la convocatoria del concurso público al que también se presentan ACJ Diálisis Tenerife, la UTE RTS Servicios de Diálisis (Baxter) y Diaverum Servicios Renales y Braun Avitum Canarias. Sólo Baxter, que es la actual concesionaria, puso en duda la solvencia de Lifeblood en dos alegaciones, aunque nunca recurrió el pliego. La mesa le contestó que tenía la documentación y que los servicios de la concesión son ejercidos directamente por profesionales titulados.