La crisis económica rompe hasta el flujo de inmigrantes indocumentados. El Archipiélago canario cerró 2010 con la mayor caída en la llegada de indocumentados en patera de los últimos diez años. De enero a diciembre solo arribaron unas 140 personas en cayucos. Sin embargo, el conflicto de El Aaiún abre una nueva vía este nuevo año con la entrada de la primera embarcación a Fuerteventura con inmigrantes que piden asilo político en España para huir de las represalias de las autoridades marroquíes en la antigua colonia española.

Las razones que los expertos argumentan para esta reducción de la entrada de inmigrantes indocumentados son varias, pero todos coinciden en señalar el factor de la crisis económica. "La gente no suele venir donde no hay trabajo", concluye Ana Teixeira, del gabinete de inmigración del sindicato Comisiones Obreras (CC OO), que atiende una media de 1.500 consultas durante el año.

Ahora la preocupación social se centra en el conflicto de El Aaiún y que pueda suponer una oleada de pateras que las crisis se encargó de cerrar. Unos 31.856 inmigrantes indocumentados llegaron a las Islas Canarias en 2006. A partir de ese año, y coincidiendo con el estallido de la crisis económica, los datos descendieron de forma espectacular hasta cerrar el actual ejercicio con solo 143. Y este 2011 empieza con la llegada de 61 personas sin documentación en dos barquillas a Lanzarote y Fuerteventura.

Mauritanos

Sin embargo, se están notando algunos movimientos. Los inmigrantes, sobre todo mauritanos, asentados en Fuerteventura han ido abandonando la isla en los últimos años por otras zonas de Europa donde los índices de desempleo no son tan acusados, según los observadores sindicales de inmigración.

El retorno voluntario que había ofrecido el Gobierno español a los inmigrantes que quisieran regresar a sus países de origen apenas ha tenido incidencia en Canarias, pues en su mayoría se trata de personas procedente de Iberoamérica. Y por lo que se refiere a países con los que España no tiene convenio de retorno, del continente africano, los inmigrantes tienen una salida más complicada.

Los sindicatos están atendiendo quejas de inmigrantes con permisos de trabajo, que se han quedado sin empleo, pero que el Inem les ha sancionado con multas de hasta 10.000 euros porque se desplazaron a sus países de origen sin autorización cuando estaban cobrando el desempleo.

Ahora las centrales sindicales están buscando una negociación con el Estado para llegar a un acuerdo que no sea sangrante para los inmigrantes. No obstante, a nivel de la Península y Baleares el retorno a Ecuador y Colombia ya se empieza a notar en las estadísticas, pero no se registra la misma evolución en el Archipiélago canario.

Por lo que se refiere a los inmigrantes procedentes de países como Marruecos y Senegal, colectivos que destacan en las Islas, están teniendo dificultades a la hora de alargar sus contratos de trabajo, aseguran los sindicatos.