La defensa de José Miguel Suárez Gil anunció una demanda contra Josefina Navarrete después de que ayer rechazara presentarse ante notario para garantizar la devolución de todos los bienes que el empresario y exdiputado le transfirió durante el tiempo en que duró su convivencia. La cita, en una oficina notarial de Triana a primera hora de la mañana, se había hecho a requerimiento de los cuatro hijos de Suárez Gil que consideran que la abogada les ha "expoliado" sus derechos hereditarios, que alcanzarían los siete millones de euros. La no comparecencia de Navarrete es entendida por los hijos del empresario como "una negativa a la restitución".
Aunque el letrado del empresario, Eduardo López Mendoza, aseguró a la salida del notario que "Navarrete ni comparece ni da explicaciones", desde el bufete de Ignacio Nestares, que lleva los asuntos económicos de la letrada, se señaló ayer que el requerimiento fue recibido el pasado lunes y que el martes contestaron que se atendrían exclusivamente a "lo que digan los tribunales".
El empresario fue detenido el pasado 4 de diciembre por encañonar a su esposa en la casa que ambos compartían en Tafira y será juzgado por amenazas con arma de fuego y coacciones.
"Lo único que sabemos sus hijos", señaló Victoria Suárez a la salida del notario, "es que mi padre tiene 67 años, que lleva 42 trabajando y que Josefina debe devolverle lo que le pertenece. Ella sabe que mi padre actuó por amor".
"Mi padre", subrayó la hija, "le tenía adoración, por eso hacía todo lo que le decía Josefina".
Tanto Victoria como Alejandro Suárez, en representación de todos los hijos, se mostraron seguros de que la actuación de Navarrete respecto a los bienes transferidos obedeció a un plan premeditado e iniciado antes de la boda a finales de 2008.
Por otro lado, López Mendoza anunció que había presentado ayer una querella criminal por un presunto delito de extorsión que atribuye a la letrada. Presuntamente en el escrito se advierte a un amigo de Suárez Gil de posibles delitos fiscales por negocios comunes.
