El Parlamento ha adquirido un compromiso con los ciudadanos para la próxima legislatura: reducir considerablemente la administración y el sector público autonómico. Ese es el sentido de una resolución aprobada ayer por la Cámara con los votos nacionalistas y del PP. La propuesta era de los populares y expresada en estos términos: "Disminución real del tamaño de las administraciones canarias y reforma profunda del sector público empresarial autonómico que comporte la desaparición de buena parte de las empresas, fundaciones y organismos que lo conforman".

Los socialistas se quedaron fuera de este consenso porque no se creen los compromisos de José Manuel Soria, líder del PP, y de hecho ayer Spínola (PSC) le recordó un reciente debate en el que los populares apoyaron al Ejecutivo nacionalista en minoría para crear la fundación exterior. Además, los socialistas también presentaron al Parlamento su propia propuesta de reducción de empresas que el Pacto echó abajo. El PSC, en realidad, no prestó su respaldo a ninguna de las cinco iniciativas de los populares.

El PP ha convertido el adelgazamiento de la administración autonómica y del sector empresarial en uno de los mensajes principales de su campaña. Soria lo recordó el día anterior durante la primera sesión del Debate de Nacionalidad: "Fue una pena -le dijo a Rivero- que el Gobierno no siguiera adelante con mi propuesta de reducción de administraciones y de empresas públicas".

Rivero dijo no

Aquella propuesta, como se recordará, pretendía cerrar o fusionar agencias, empresas y fundaciones cuyos objetivos y actividad consideraba inexistentes o se solapaban, según el entonces consejero de Hacienda. Los nacionalistas mandaron parar con llamativas desautorizaciones públicas del propio presidente Paulino Rivero hacia su vicepresidente.

La pretensión de los populares es reducir hasta la mitad el sector público empresarial, integrado por hasta 22 sociedades mercantiles y fundaciones, algunas de ellas tan exóticas como la Fundación Canaria para el Instituto Tricontinental de la Democracia Parlamentaria y los Derechos Humanos, a la que los nacionalistas prometieron echar el cerrojo.

Para los socialistas canarios, los mensajes de Soria son falsos, no creíbles. El PSC apunta que tanto los nacionalistas como el PP no renuncian a las empresas y fundaciones que les permiten mantener empleados a parte de su clientela política. Hernández Spínola, portavoz socialista, recordó ayer además que su grupo presentó hace algunos meses una ambiciosa propuesta de reducción administrativa y del sector empresarial que fue rechazada con los votos de las fuerzas políticas entonces en el Gobierno (CC y PP). El PSC, con todo, asegura que de ganar las elecciones, reducirá el sector público.