Viajar en clase turista y congelar sus salarios no les sienta bien a los eurodiputados. Al menos esa es la conclusión después de conocer el resultado de una votación en la que la mayoría de la Eurocámara rechazó introducir algunas medidas de austeridad en los presupuestos de 2012. Aunque los socialistas modificaron posteriormente su voto negativo por la abstención después del revuelo que se desató en las redes sociales, la enmienda presentada por Los Verdes e Izquierda Unitaria fue rechazada por los 42 eurodiputados españoles, excepto cuatro -Ramón Tremosa (CiU), Oriol Junqueras (ERC), Raúl Romeva (ICV) y Rosa Estarás (PP)-.

El estatuto del eurodiputa-do, aprobado en 2009 después de cinco años de debate, fija un sueldo de 7.800 euros brutos mensuales, en torno a los 6.000 euros netos. Este salario es igualitario para los 700 eurodiputados, pues antes de la modificación variaban según los países de origen. Además se fijan dietas diarias de 300 euros y unos gastos de representación de 3.500 euros mensuales. Asimismo, establecía que los viajes se realizaban en clase business.

La reacción a la negativa de la Eurocámara de introducir medidas para viajar en clase turista en vuelos de menos de cuatro horas y el rechazo a la congelación de sueldos del próximo año fue casi inmediata. Los internautas mostraron de forma masiva su indignación por la actitud de los eurodiputados y la etiqueta de "eurodiputados caraduras" encabezó la lista de "temas del momento" de Twitter en España.

Sin debate

Sin embargo, el jefe de filas de los socialistas en el Parlamento Europeo, Juan Fernan-do López Aguilar, precisó ayer que no hubo un debate previo a la votación de la polémica enmienda en el Parlamento Europeo que "por un error mi grupo votó en contra, pero que posteriormente corregimos por la postura que inicialmente estaba fijada, que era la abstención".

López Aguilar aclara que los socialistas "somos partidarios de debatir más medidas de austeridad pero en el marco del debate presupuestario del Parlamento europeo". También ayer la dirección del PSOE emitió un comunicado en el que trasladó a sus eurodiputados su rechazo a la votación de la Eurocámara.

El otro eurodiputado canario, Gabriel Mato (PP), de origen palmero, no atendió a las peticiones de este diario para que diera su versión, pero su portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, restó valor al voto de los eurodiputados populares al estimar que se trataba de "un informe orientativo sin valor vinculante", informa Efe.