La Fiscalía Superior de la Comunidad Autónoma de Canarias tiene previsto citar a declarar como imputada por un delito de infidelidad en la custodia de documentos a una juez sustituta de Tenerife que se llevó a casa un elevado número de procedimientos sobre los que, un año después, no ha dictado sentencia. A su vez, el Consejo General del Poder Judicial le ha abierto un expediente disciplinario y ha nombrado como instructor del mismo al magistrado Jaime Borrás, que el próximo lunes 18 de abril le tomará declaración en la sede del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, que también le tiene incoadas unas diligencias informativas.

El caso se inició hace unos cuatro meses, cuando se recibieron varias denuncias en el TSJC sobre la lentitud en dictar sentencias de la juez sustituta Pilar Huerta, adscrita al Juzgado de lo Social número 1 de Santa Cruz de Tenerife. En el transcurso de esas diligencias, el TSJC intentó localizarla para conocer su versión de las denuncias, pero fue imposible porque había cambiado de domicilio y de teléfono sin comunicarlo. Ello provocó que el TSJC diera traslado a la Fiscalía, que, a través de la policía, también intentó conocer su paradero, sin éxito.

En vista de las denuncias, el TSJC solicitó un informe a la secretaria del Juzgado tinerfeño, quien certificó que la juez tenía pendiente de dictar unas cien sentencias de la etapa en la que había trabajado como sustituta.

Dictamen

A la vista de los hechos, y sin que la juez diera señales de vida ni fuera posible localizarla, el ministerio público emitió un dictamen en el que consideraba que Pilar Huerta no era idónea para ejercer la función judicial y tiene previsto citarla a declarar como imputada por un delito de infidelidad en la custodia de documentos. En estos momentos la juez tiene abiertas unas diligencias informativas en el TSJC y un expediente disciplinario en el órgano de gobierno de los jueces, además de las diligencias de investigación en Fiscalía. Mientras, unas cien sentencias están pendientes.