El primer debate entre los candidatos de PSOE, CC y PP a la Presidencia del Gobierno de Canarias, celebrado ayer en la Cadena Ser, tenía reservado lo mejor para el final. En su última intervención, el candidato del PP, José Manuel Soria, propuso un pacto para que la formación que más diputados obtenga en las elecciones del 22-M sea la que gobierne en las Islas. Sus contrincantes rechazaron el ofrecimiento. Antes de llegar a ese punto, tanto él como Paulino Rivero (CC) y José Miguel Pérez (PSC-PSOE) expusieron sus propuestas en torno a economía, educación, sanidad, servicios sociales y reforma de la Administración pública.

Rivero entró al estudio cuando ya la sintonía anunciaba el inicio del debate y sus rivales le esperaban sentados. Los tres quedaron frente al moderador. También el candidato nacionalista fue el único en despojarse de la chaqueta y en no portar consigo documentación.

PACTO

Soria echó mano de la última encuesta del CIS en la que su formación aparece en tercera posición en número de diputados. Aun así, el candidato del PP propuso "un gran pacto" para que forme Gobierno la candidatura que obtenga mayor número de escaños. "Así no ocurrirá lo que le pasó al PSOE en 2007", cuando los socialistas resultaron ganadores pero el partido que dirige el propio Soria y CC firmaron un pacto que les puso al frente del Gobierno del Archipiélago. Por extensión, el candidato conservador recordó que a él le ocurrió lo mismo "en el Cabildo de Gran Canaria", institución que presidió las escasas semanas que tardó en llegar la moción de censura avalada por el acuerdo entre PSOE y Nueva Canarias.

José Miguel Pérez recordó a Soria que quienes deciden "son los ciudadanos" con sus votos. El candidato socialista se comprometió a "no pactar antes del 22 de mayo". Por su parte, Paulino Rivero no concedió credibilidad al ofrecimiento de Soria. El líder nacionalista señaló que la "hoja de ruta [del PP] está plagada de incumplimientos" y como ejemplo puso el "pacto antitransfuguismo".

SANIDAD

La práctica totalidad del debate transcurrió en perfecto orden -así lo pactaron los propios partidos- hasta que el copago en materia sanitaria provocó un enfrentamiento entre los candidatos de CC y PP. Paulino Rivero lanzó una andanada a José Manuel Soria preguntándole si su modelo de "más sociedad y menos administración" significaba "que salgan adelante solo los que son ricos".

Soria negó que sea su prioridad ese segmento de la población y devolvió el golpe asegurando que él no está "de acuerdo con el copago en Sanidad". Cuando atribuyó ese anuncio al actual consejero del ramo, Fernando Bañolas, Rivero optó por recordar que ya se explicó suficientemente que CC no quiere que los ciudadanos paguen por la asistencia sanitaria.

Ese momento supuso la única ruptura en el ritmo del debate. "No se puede interrumpir, no estamos en la Televisión Canaria", le espetó Soria a Rivero. José Miguel Pérez, al margen de la leve refriega, se comprometió a que no exista el mencionado copago.

ESTATUTO Y LEY ELECTORAL

Los tres candidatos se mostraron cómodos con el desarrollo del debate, que se mantuvo en el punto medio exacto entre la cordialidad y la tensión sin decantarse hacia ninguno de los dos extremos.

Al abordar la reforma del Estatuto de Autonomía, José Manuel Soria aseguró que nadie "por la calle" le ha preguntado nunca por ella, por lo que para él no será "una prioridad", al contrario que el empleo. Rivero contestó que en la actualidad "luchar contra el desempleo" es su también su prioridad, pero no por ello abandonará la "reforma del Estatuto", opinión a la que se sumó Pérez.

Los tres candidatos sí coincidieron al mostrarse partidarios de cambiar la ley electoral. La condición que puso Rivero es que se haga "por consenso".