El recorte presupuestario en las cuentas de la Consejería de Sanidad ha quebrado la línea de ligero pero perceptible descenso iniciado a partir de 2008 en las listas de espera quirúrgicas en Canarias, uno de los mayores problemas sanitarios a los que se enfrenta la sanidad isleña, que tiene una de las peores ratios del Estado en este sentido. El informe referido al pasado año de la Asociación de Defensa del Paciente señala que la demora es de cien días de promedio (la cuarta más prolongada del país) frente a los 74,8 de la media nacional. La comunidad canaria es superada sólo por Cataluña, Galicia y Cantabria.

La secuencia es la siguiente. En 2008, con un aumento del dinero para la Consejería de Sanidad del 11,7% la cifra de pacientes en listas de espera para ser operados se rebajó de 23.292 personas a 20.495 en diciembre de ese año. Un año después, con una subida que ya se quedó en el 4,1%, la reducción fue mucho menor, al quedar el listado integrado por 20.063 personas. Ya el año pasado la crisis obligó a meter la tijera en todas las áreas del Gobierno de Canarias y la Consejería de Sanidad y en consecuencia el SCS no fueron una excepción. El recorte de 1,38 puntos porcentuales (el presupuesto pasó entonces de 2.763 millones de euros a un total de 2.725 en toda la consejería) ha coincidido con un fuerte repunte de unos datos que se traducen en un aumento de la desesperación de miles de familias en el archipiélago. De aquellas 20.063 personas con las que se cerró 2009 se subió hasta las 21.327 (estas son las últimas cifras oficiales).

Los sindicatos creen que el sistema se ha convertido en una ratonera que multiplica los problemas. Luis Brito (UGT) y el presidente de la Junta de Personal de Sanidad, José Alfaro, ponen el ejemplo de que los recortes provocan el cierre de camas hospitalarias durante el verano por falta de sustituciones, sobre todo de personal de enfermería y auxiliares, y que esto a corto y medio plazo se traduce en el aumento de las listas de espera. El gigante renquea.