El presidente del PP en Canarias y flamante cabeza de cartel al Congreso de los Diputados por la provincia de Las Palmas, José Manuel Soria, explicó ayer que se decidió a dar el salto a la política nacional, tras 16 años ocupando diversos cargos en las Islas, animado por compañeros en la organización regional y la nacional, entre los que se encontraba el presidente del PP, Mariano Rajoy. "Tomé la decisión después de un proceso de conversaciones con muchas personas y entre ellas también Rajoy me animó" a presentar su candidatura.

Soria aseguró que quiere convertirse en la voz de Canarias en el Congreso y que su trabajo como diputado nacional irá encaminado, subrayó, a que la cosas en las Islas "mejoren ".

No obstante, su posición en Madrid no debe confundirse, advirtió, con el abandono de sus tareas orgánicas en las Islas. Al contrario, señala. "Si alguien cree que voy a dejar de lado el partido por pasar más tiempo en Madrid se equivoca. Estaré en el Congreso el tiempo que sea necesario, pero mi casa seguirá estando en Gran Canaria y seguiré siendo el presidente del PP en Canarias".

Soria apuntó que "afortunadamente" podrá compatibilizar su trabajo como diputado y en el PP "porque tenemos buenos presidentes y presidentas en las Islas y eso facilitará mucho las cosas".

Preguntado respecto a si, con su marcha a la política nacional y el alejamiento del Archipiélago, temía un movimiento de silla negó que tal posibilidad existiera. "Las sillas en el PP se mueven en los congresos y para eso falta aún mucho tiempo", hasta que se convoque el congreso nacional tras las elecciones y a partir de ahí se abran las puertas a la celebración de las convenciones regionales.

De otro lado, Soria rechazó hacer comentarios acerca de los rumores en el seno del PP que lo colocan en la lista de ministrables. "Los nombres serán los que decida el presidente en base a la condición de que sea un Gobierno de gente competente, serio y que haga lo que tiene que hacer", apuntó.