La sanidad y la educación canarias han sufrido un recorte cercano a los 600 millones de euros en los últimos tres años y una disminución de las plantillas superior a los 3.000 trabajadores. Las consecuencias de estos ajustes se han traducido en menos personal sanitario y menos docentes para atender los servicios, masificación de las aulas, menos camas hospitalarias y estancamiento de las listas de espera.

En el primer año de la crisis, 2008, el Servicio Canario de Salud contaba con un presupuesto de 2.800 millones de euros. En 2011 el presupuesto es de 2.406 millones, es decir, 394 millones menos. En los primeros ajustes se optó por recortar en las inversiones en infraestructuras hospitalarias, ralentizando las obras previstas, y en el gasto corriente. Pero el gran recorte llegó este año -300 millones de euros menos- y la repercusión ha sido más evidente: cierre de camas y plantas hospitalarias en verano, cierre de consultas y quirófanos por la tarde en el último trimestre del año, un estancamiento con tendencia a la subida de las listas de espera, hasta más de 3.000 contrataciones menos para cubrir bajas y vacaciones del personal sanitario en sus diferentes categorías y un fuerte ajuste (200 millones) en el gasto farmacéutico para reducir la deuda galopante con las farmacias.

Sustituciones

La Consejería de Educación tenía un presupuesto en 2009 de 1.805 millones de euros y tres años después es de 1.638, es decir, 167 millones menos. El problema que más ha salido a la opinión pública en estos años afecta directamente a los docentes, ya que desde el año 2008 hasta este curso la plantilla ha caído en 1.200 efectivos menos. Los numerosos problemas que han sufrido los sustitutos e interinos se han ido acentuando en los dos últimos cursos y más de un millar de ellos están en el paro con pocas opciones de dar clases en la educación pública.

Pero además de los recortes de personal, la enseñanza pública canaria está sufriendo en los centros la masificación de las aulas, con un incremento de las ratios de alumnos por profesor y un recorte sin precedentes en los proyectos educativos y en el apoyo a los alumnos con problemas de aprendizaje o de educación especial. Ahora falta por ver cómo quedarán los presupuestos de 2012.