La consejera de Cultura, Deportes, Políticas Sociales y Vivienda, Inés Rojas, aseguró ayer en el Parlamento que "prefiero que esté fuera manifestándose en la calle un sector industrial cultural, que es potente y genera empleo, que las personas dependientes y en exclusión social". De esta forma justificó Rojas el recorte del 48,23 por ciento en el área de Cultura, toda vez que "hemos tenido que priorizar, como hacen las familias, y a nadie le gusta, y menos a quien tiene que defenderlo y ha hecho el recorte".

Con todo, la consejera insistió ante la Comisión de Presupuestos de la Cámara que "no vamos a dejar solo a nadie", pues no se va a "abandonar la cultura como servicio público". "Vamos a garantizar los servicios públicos como los programas de fomento de la lectura, las bibliotecas, las salas de arte, las salas de teatro, el circuito interinsular y el apoyo a la movilidad, que es lo que nos permite asegurar la igualdad de oportunidades en el territorio", insistió.

El recorte en Cultura y Deportes fue criticado por todos los grupos parlamentarios, incluidos los dos que apoyan al Ejecutivo, si bien tanto la socialista Encarna Galván como la nacionalista Rosa Pulido insistieron en que el mismo puede servir para "acabar con la cultura subvencionada".

Galván, aunque lamentó "que no hayamos sabido interpretar la cultura como una actividad económica", sí incidió en que el recorte "refleja un nuevo modelo de política que se aleja de la cultura subvencionada y es una nueva oportunidad si se hacen las cosas bien".

Por su parte, la nacionalista Carmen Pulido pidió al sector que "busque otras fórmulas de gestión que no se basen en la financiación pública de forma exclusiva". De "hachazo terrorífico difícil de soportar" calificó el portavoz del Grupo Mixto (NC), Román Rodríguez, el recorte el Cultura, pues consideró que el Gobierno "se ha olvidado de que el sector de la cultura supone un desarrollo económico".

Milagros Bethencourt, del Grupo Popular, criticó que las políticas sociales hayan sido la "única excusa" para que Rojas defendiera el "brutal y excesivo recorte que ha sorprendido a propios y extraños" en materia de cultura.