- Ha sido nombrado nuevo Diputado del Común. ¿Un final feliz e inmejorable para su larga e intensa trayectoria?

- Sí, yo no lo había pensado, pero creo que es un final que sirve de corona porque es un papel al servicio de los ciudadanos. Está desvinculado de toda intención política y simplemente se trata de defender los derechos y libertades de los ciudadanos frente a las administraciones, sin ser ni juez ni parte.

- Exministro, expresidente del Gobierno canario, exalcalde de la capital grancanaria, diputado en 4 legislaturas y senador. ¿No está ya cansado?

- No, la vida es así. Ni me cansé de enseñar en la Universidad porque agoté para jubilarme hasta los 70 años. Si uno se encuentra intelectualmente en forma creo que no se debe encerrar en un cómodo castillo, viviendo de las memorias y de lo que ha disfrutado en la vida esperando al final. Yo siento el compromiso permanente de que si soy útil para algo que me usen.

- ¿Un veterano en la política cómo afronta el abandono de las instituciones?

- Me marché del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria con el sentido de que no era una despedida triste porque era ir al Diputado del Común, que es la base de la democracia.

- ¿El día que dijo adiós al PSOE y firmó la baja como militante, fue uno de los peores días de su vida?

- Pues sí. Fue la primera carta que redacté yo mismo. El rigor de la ley llega a veces hasta niveles que te puede herir en lo que uno considera parte fundamental de su propia vivencia. Exigirte que prescindas de cualquier compromiso con organización política, sindical o social o cultural me parece que es únicamente la forma de garantizar que la persona actúa con absoluta independencia, sin condicionamientos de ningún tipo.

- ¿Ha sido el mejor momento para cerrar su etapa en el PSOE?

- Esto viene de bastante antes de las elecciones y de los resultados electorales del 20N. No tiene nada que ver.

- ¿Es usted una imposición del pacto entre CC y PSOE en el Gobierno de Canarias?

- Ni yo lo he pedido ni me lo han impuesto. Me lo han ofrecido y lo he aceptado, pero no sé el contenido de los pactos ni tiene sentido que yo opine de pactos porque para la función para la que he sido elegido me piden no opinar políticamente.

- ¿Se tendrá que contener mucho a la hora de hablar?

- Totalmente. Por lo menos me libero del acoso de los periodistas.

- Usted siempre se ha caracterizado por ser una voz libre. ¿Sentirá a partir de ahora una mordaza en la boca?

- No voy a sentir como si tuviera una mordaza. Una ley no es ninguna mordaza. En un Estado de Derecho se acepta una ley aunque no le guste, pero esa ley es fruto de la democracia y lleva mi propia firma como presidente del Gobierno de Canarias en febrero de 1985.

- ¿Qué opina sobre la postura del PP sobre que hay que cargarse la figura del Diputado del Común?

- Quien tiene que decidir si es prescindible o no es el Parlamento de Canarias en un proceso que requiere cambiar el Estatuto de Autonomía y seguir el procedimiento tanto en el Congreso como en el Senado.

- Las nuevas tecnologías permiten al ciudadano quejarse directamente a la administración. ¿Cree que cada vez es menos necesaria la figura del Defensor del Pueblo?

- Alguien tiene que estar para recibir las quejas. Hay personas que prefieren el contacto físico y alguna generación en Canarias todavía no tiene acceso a las nuevas tecnologías.

- ¿Qué le parecen las palabras del exsecretario general del PSC-PSOE Juan Fernando López Aguilar sobre que es "lamentable" que la figura del Diputado del Común sea "malbaratada para colocar a un político profesional"?

- No opino.

- ¿Vaticina un escenario tenso para Canarias en los próximos 4 años?

- Estamos en un momento malo, pero esperanzador, mucho más esperanzador que en cualquier otro territorio de España porque nuestra exportación es el turismo y el turismo ya lleva dos años en plena recuperación, los precios han mejorado y las grandes compañías de touroperadores dicen que no son suficientes las camas de 4 y 5 estrellas existentes hoy en Canarias. Entonces sólo lo que hay que decidir por quien corresponda es que si hay capital disponible para invertir y existe el elevadísimo número de parados que hay en esta tierra esas leyes tienen que adaptarse a esa realidad, no frenando la inversión. Para mí por encima del territorio estará siempre la persona y más si esa persona está en paro.

- De hecho, los empresarios claman a gritos el desbloqueo de proyectos, algunos de ellos paralizados incluso desde hace 20 años.

- Es increíble lo que pasa en Canarias. Son muchas las cuestiones que se complican por la distribución competencial entre el poder regional, el insular y el local. Sobre un mismo tema no puede haber tres administraciones tomando una decisión, debe ser una sola, y los informes podría recabarlo esa misma única administración. Yo pido una reforma de la legislación, el cómo se debe hacer corresponde al Parlamento, pero es una sensación ciudadana y los sindicatos también deben compartir que si hay capital para invertir pues que se invierta porque es la única forma de generar empleo. Pensar que será capital público en esta circunstancia de crisis es vivir en la utopía.

- ¿Habría que demoler la moratoria para quitar obstáculos a la inversión?

- No puedo opinar. Es un hecho que hay una legislación intervencionista y eso nadie lo discute.

- ¿La elevada tasa de paro en Canarias exige que debe ser más mimada por el Estado?

- Sí, pero al mismo tiempo Canarias tiene que resolver sus problemas, no sólo estar pendiente del mimo y de la cooperación porque también debe utilizar racionalmente sus recursos. La previsión para 2012 apunta a un crecimiento de medio punto a nivel nacional, pero en las Islas se prevé un aumento del 1% en 2012. Puede haber una recuperación económica anticipada en Canarias a la del resto de España.

- ¿Qué opina del triunfo de la derecha en España?

- Hay que aceptarlo. Las urnas son la única voz en democracia

- ¿CC se dejará finalmente querer por el PP en Canarias?

-No puedo hablar.