Giovanni Carenzio y su esposa, Dolores Molina de Aguilar, presentaron en 2007 un proyecto a la Consejería de Industria del Gobierno canario para instalar un parque eólico en Lanzarote. El matrimonio es titular de la empresa Vientos de Famara SL, aunque la que figura como administradora única es Dolores Molina de Aguilar y el domicilio social de la sociedad es el despacho que posee Carenzio en Vegueta, concretamente en la calle Castillo.

La solicitud se presentó a raíz del concurso eólico impulsado por el Ejecutivo regional tras el fracaso del primer concurso, que fue anulado por la Justicia y que estuvo envuelto en un caso de presunta corrupción. La empresa Vientos de Famara SL se acogió a la Orden de abril de 2007 que convocaba un nuevo concurso para la adjudicación de potencia para nuevos parques eólicos, concurso que aún sigue bloqueado.

El proyecto presentado, ubicado en el término municipal de San Bartolomé de Lanzarote, ocupaba una superficie superior al millón de metros cuadrados y suponía una inversión de 8 millones de euros, de los cuales 5,6 millones correspondían al coste de los tres aerogeneradores que estaba previsto instalar.

Según ha podido saber este periódico, tanto la empresa Vientos de Famara SL como la vivienda de la pareja en Vegueta están a nombre de la esposa de Giovanni Carenzio, al igual que otras propiedades de la pareja. Precisamente, una de las quejas formuladas por algunos de los afectados por la presunta estafa es que los cheques con los importes eran recogidos y tramitados por la esposa del broker italiano.