Las zonas de corales de hasta 8.000 años

Ricardo Aguilar, director de Oceana en Europa advierte que las prospecciones que lleve a cabo Repsol pueden tener un impacto "irreversible" en el fondo marino de Lanzarote y Fuerteventura. Este tipo de exploraciones, señala, se realizan en zonas ricas en corales, que crecen favorecidos por los escapes de gas. Son aguas muy profundas -3.500 metros- que, señala, aún no han podido ser investigadas por los científicos pero que se encuentran pobladas por corales negros que tardan en desarrollarse hasta 1.600 años, corales blancos cuyos arrecifes pueden tener "hasta 8.000 años de antigüedad" y otras especies asociadas como ostras o tiburones.

Mortandad de los cetáceos en migración

La presión acústica de las prospecciones puede producir, apunta el científico de Oceana, daños en los cetáceos que utilizan el pasillo migratorio entre Europa y el oeste de África. Los estudios apuntan que la tecnología utilizada en este tipo de exploraciones genera niveles de intensidad acústica superiores a 215 decibelios. El umbral de dolor en humanos está en 120 y en 180 en animales, según ha convenido la comunidad científica. Las consecuencias, apunta Aguilar: "Son o daños fisiológicos irreversibles o la muerte". El científico recuerda los varamientos masivos de zifios en 2002 en Lanzarote y Fuerteventura por pruebas militares con sónares.

No existe tecnología para esa profundidad

La ONG dedicada a la investigación marina y que asesora al Cabildo de Fuerteventura asegura que en caso de vertido en las costas canarias se puede repetir el drama registrado en 2010 en el golfo de México. "A esas profundidades [el decreto que prepara el Ministerio establece una profundidad aproximada de 3.500 metros] no existe hoy por hoy tecnología que sea eficaz ni capaz de sellar con rapidez cualquier escape. Se tardarían meses en conseguir taponar la rotura. Hay que ser conscientes de que aunque no se produjera un accidente grave contaminación habría sí o sí. Y dado el régimen de los vientos todo llegaría a la costa de Canarias".

Las zonas más afectadas son las protegidas

El director de investigación de Oceana apunta la contradicción de que las zonas en las que se pueden llevar a cabo las prospecciones se sitúan a escasos kilómetros de varios espacios protegidos como la Reserva Marina de la Isla de La Graciosa e Islotes del Norte de Lanzarote, el Parque Natural del Archipiélago Chinijo, el Parque Natural del Islote de Lobos, el Parque Natural de Corralejo, la zona de Cagafrecho o el estrecho de la Bocayna. "Además del pasillo de cetáceos que hay al sur de Fuerteventura y que es una de las zonas de más interés del mundo" para el estudio de esa fauna marina.