El presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, advirtió ayer que "ni he perdido ni perderé una milésima de segundo en descalificaciones siempre estériles" y volvió a apostar por el diálogo y el entendimiento con el Gobierno central, pese a que considera que las últimas decisiones del Ministerio que dirige José Manuel Soria suponen una "zancadilla" a Canarias.

En un post publicado ayer en su blog personal, Rivero reitera su interés en tender la mano al presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy. "Ambos creemos en la necesidad de que las relaciones Canarias-Estado tengan en el respeto mutuo su punto de partida. Ambos creemos en el diálogo y en ese camino se va a mover la relación entre ambos gobiernos", añade Rivero.

"Las decisiones deben tomarse con Canarias, no contra Canarias", advierte el jefe del Ejecutivo regional al referirse a cuestiones como la eliminación de las bonificaciones de las tasas aéreas, la supresión de las primas a las energías renovables o las prospecciones petrolíferas. Rivero critica sin nombrarlo al ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, por tomar estas decisiones "a espaldas de las Islas, desoyendo a los canarios y a nuestras instituciones".

Pese a su llamamiento al diálogo y la colaboración institucional, Rivero expresa que "mi responsabilidad y compromiso como presidente de Canarias pasa por ser firme y claro cuando en los ministerios se adoptan decisiones objetivamente injustas, decisiones que perjudican nuestros intereses generales". "Animo a Rajoy a que las decisiones de su Gobierno se adopten con y no contra Canarias", agrega el presidente del Ejecutivo.