Repsol quiere rentabilizar al máximo sus trabajos en la búsqueda de hidrocarburos frente a Canarias. La compañía petrolera asegura tener ya identificada la zona concreta en la que deben hacerse las catas, a no menos de 60 kilómetros de la costa, y confía en poder concluir el proceso de exploraciones con un reducido número de perforaciones.

Aunque por ahora no sabe cuántas catas necesitará, distintas fuentes aseguran que bastarían las dos que mencionaba el anterior decreto de autorización.

Que el borrador del nuevo real decreto redactado por el ministerio de Industria, Energía y Turismo abra la posibilidad a alguna cata más, al señalar que "se perforarán al menos dos pozos exploratorios", busca poder garantizar la continuidad de los trabajos si no hay éxito en las primeras perforaciones pero sí indicios claros de obtenerlo en las siguientes.

Fuentes de Repsol resaltan que el interés de la compañía es realizar las menos perforaciones posibles y poder determinar cuanto antes la existencia o no de crudo en la zona, su calidad y la cantidad aproximada, datos sobre los que ya se tienen avances importantes a partir de los estudios realizados entre 2001 y 2013.

El alto coste de cada una de estas operaciones, por los trabajos exploratorios en sí mismos y por la complejidad de los informes medioambientales que requiere cada uno de ellos, es la razón principal por la que Repsol intentará reducir al máximo el número de perforaciones.

Desde la compañía petrolera se sigue observando la máxima prudencia en relación con el proceso administrativo para la renovación de la autorización de las prospecciones y se limitan a esperar que el nuevo decreto sea aprobado para poder ofrecer alguna explicación oficial sobre las características de sus planes en la zona.