El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, aseguró ayer, en el Club LA PROVINCIA, que Lanzarote y Fuerteventura no pueden quedarse solas en su lucha contra las prospecciones petrolíferas que el Gobierno de España pretende que realice Repsol en las costas de ambas islas y abogó por un entendimiento entre instituciones porque "en un tema tan sensible como éste hay que negociar, o de lo contrario se dará una contestación social e institucional". De hecho, el jefe del Ejecutivo regional fue contundente: "La cohesión y unidad de Canarias es mucho más importante que el petróleo".

Rivero, que apostó por un modelo económico basado en la sostenibilidad y en los recursos naturales del Archipiélago frente a "soluciones coyunturales que pueden ser buenas en un tiempo, pero que pueden acarrear graves secuelas", ofreció la conferencia Lo que Canarias necesita, donde expuso los principales retos que Canarias debe asumir para retornar a la senda de la prosperidad. Entre esos retos citó las iniciativas para la formación, la innovación de las empresas, la potenciación de un turismo que busque la diversificación y que se vea complementado con un sector de la construcción volcado en la remodelación de la planta hotelera y no en el consumo del suelo, así como la necesaria conectividad del Archipiélago para aprovechar su situación geográfica, entre Europa, África y América Latina. Son los ejes básicos para llegar al horizonte del año 2020 con la intención de que "al menos haya un millón de ocupados en las Islas", según el presidente.

Contestación social

El jefe del Ejecutivo regional abundó en la polémica institucional que se ha generado con los planes del Ministerio de Industria que dirige José Manuel Soria de permitir las prospecciones si se confirma que no hay riesgos ambientales para las costas y aguas canarias. Aseguró Rivero que no se puede hacer política "como un elefante entrando en una cacharrería" y señaló que en una encuesta encargada por su gabinete se ha constatado que el 60% de los habitantes de Fuerteventura y Lanzarote están en contra de las prospecciones.

"Este conflicto", según Rivero, "no se ve de la misma forma según el sitio donde se esté. En La Palma, Tenerife, Gran Canaria o en la Península no se tiene la misma percepción de este tema como en esas islas, a las que no podemos dejar solas en su batalla". La cohesión y unidad de Canarias, aseveró el presidente, es mucho más importante que el petróleo y "no es cierto que si Canarias no lo saca lo hará Marruecos. Eso no será así".

El avión de Grafcan

El presidente reveló durante su intervención en el Club LA PROVINCIA que el Gobierno canario envió un avión de la empresa pública Grafcan para medir la distancia entre las cuadrículas de Marruecos y las de las aguas canarias y, aseguró Rivero, "hay 31 kilómetros de distancia con las de Marruecos, por lo que si produjera un derrame en aquellas, estaría más lejos que las correspondientes a las que realizaría Repsol".

Asimismo, dijo que la superficie de las cuadrículas canarias tienen una superficie de 6.500 kilómetros cuadrados, equivalente a las del Archipiélago y criticó que el Gobierno de España "pretenda dar a dedo los sondeos a Repsol sin que haya concurrencia con otras empresas y sin contrapartidas".

Además, Rivero recordó que el hecho de que si se conceden los sondeos, ello no implicará que la futura extracción del petróleo se vaya a hacer sin necesidad de informes de impacto ambiental. La actividad petrolera, dijo, "es un asunto coyuntural porque no se podrá extraer petróleo hasta dentro de nueve años, sin derechos para Canarias y con un grave riesgo para el Archipiélago".

La postura del Gobierno canario sobre otra fuente de conflicto con el Ejecutivo presidido por Mariano Rajoy también se hizo extensiva a la reducción de las primas para la producción de energías alternativas, un asunto que, en opinión de Rivero, pone en graves apuros económicos a muchas microempresas del sector implantadas en Canarias. "Es un error que en el Real Decreto no se haya contemplado una excepcionalidad para el Archipiélago, ya que aquí es más barata la producción de energías alternativas que la convencional. Se nos ha dicho que este asunto se iba a solucionar y están pasando las semanas y todo sigue igual", criticó Rivero.

Para el presidente, "no se nos puede pedir que tengamos una posición dialogante y negociadora con el Estado, cuando éste no hace lo mismo".