La guerra de cifras volvió a ser la protagonista de la jornada de huelga de general, aunque ayer ambas partes se acercaron más de lo usual. Mientras que los sindicatos defienden que un 67 por ciento de los sanitarios secundaron la huelga, el Servicio Canario de la Salud (SCS) baja la cifra a un 19 por ciento. La sanidad canaria vivió un día a medio gas en el que no faltaron las quejas de los usuarios que vieron canceladas sus citas o sufrieron retrasos de varias horas.

Había menos gente en los pasillos de los hospitales capitalinos y los centros de salud se relajaban ante la llegada de menos usuarios que no se quisieron arriesgar a que su médico respaldara la huelga.

Los líderes sindicales recalcan que la jornada de huelga general de ayer fue más respaldada por los trabajadores del SCS que la sanitaria del pasado mes de noviembre en contra de los recortes presupuestarios. Pese a contar con unos "servicios mínimos abusivos", los sindicatos se mostraron contentos con los resultados de la convocatoria que fue más secundada en la provincia occidental (con un 70 por ciento), mientras que en Las Palmas fue de un 65 por ciento.

Los datos ofrecidos por el SCS hablan, sólo en el turno de la mañana, de 10.114 efectivos de los que 1.535 estaban ausentes por causas justificadas y 4.123 estaban designados para el cumplimiento de servicios mínimos. Esto significa que 4.456 efectivos pudieron optar por ejercer su derecho a huelga. De estos 4.456 efectivos, según el SCS, la secundaron 1.973 personas. Pero esto, según UGT, indica que el SCS reconoce de manera soterrada que la huelga fue secundada durante la mañana por un 44%, y no por el 19 % que han afirmado públicamente, ya que hay que contar a los trabajadores que realmente podían ejercer su derecho a huelga.