El Gobierno canario teme que la subida de impuestos no sea suficiente para evitar el impacto que supondrán los recortes procedentes del Estado en los presupuestos de 2012. Los peores augurios estiman que el ajuste global puede superar los 500 millones de euros, mientras que la reforma fiscal que estudia la Consejería de Hacienda prevé un incremento de la recaudación de entre 150 y 200 millones de euros, a todas luces insuficiente para compensar las restricciones estatales.

Hacienda ultima los detalles del incremento de los tributos una vez que se conozca la letra pequeña de los presupuestos estatales, que se presentarán el martes en el Congreso de los Diputados para iniciar su tramitación parlamentaria. Las primeras cifras conocidas el viernes tras el Consejo de Ministros vaticinan los peores presagios, ya que sólo entre inversión directa y transferencias de capital los recortes del Estado pueden superar los 150 millones de euros.

La Comunidad Autónoma analiza incrementos en el Impuesto de Combustibles y en algunos tipos del IGIC, además de la recuperación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Se trabaja en una subida fiscal selectiva, que no suponga gravar aún más a las clases menos pudientes. Hacienda realiza desde hace algún tiempo un análisis exhaustivo de los beneficios fiscales, que suponen detraer más de 900 millones de euros a las arcas públicas en forma de deducciones fiscales en los diferentes tributos, sobre todo el IRPF y el IGIC.

Cerca del 60% del presupuesto de la Comunidad Autónoma proviene de los fondos del Estado. Hasta el 45% de los mismos forman parte del sistema de financiación autonómica, destinados fundamentalmente a los servicios públicos esenciales.