El presidente canario, Paulino Rivero, denunció ayer un déficit del Estado con las Islas de 1.400 millones de euros para cubrir la sanidad, la educación y las políticas sociales. "Las cifras no admiten discusión", según el jefe del Ejecutivo regional, que explicó que el Presupuesto autonómico para 2012 es de 6.700 millones de euros, de los que el 70% (4.600 millones) se destinan a servicios públicos esenciales. El Gobierno central del PP ha asignado a Canarias 3.200 millones de euros por esos conceptos, por lo que las Islas tienen un déficit de 1.400 millones.

Ésa es la "única razón, obligada, por la que el Gobierno canario acordó determinadas modificaciones en el mapa fiscal del Archipiélago, que permitirán unos ingresos de 200 millones de euros". El mandatario canario quiso justificar, así, ayer a la ciudadanía a través de su blog en Internet el anteproyecto de Ley de Medidas Administrativas y de Modificación de Normas Tributarias, aprobado el sábado por el Consejo de Gobierno.

"La vía de la reducción del gasto está prácticamente agotada. No tenemos otra alternativa que actuar por la vía de los ingresos, aunque la medida sea dolorosa". En su bitácora habitual de los domingos, Rivero acusó al Ejecutivo central de "condenar" a las administraciones canarias a tomar "medidas para garantizar las prestaciones a los que menos tienen".

"Los presupuestos del Estado (PGE) nos colocan en una situación extremadamente delicada, con una brutal merma de ingresos", destacó Rivero, que argumentó que "la dimensión del recorte del PP hace que la capacidad de maniobra de las administraciones canarias para hacer frente a las obligaciones contraídas sea tremendamente limitada". Avanzó que a la reestructuración tributaria se añadirá un mayor control del fraude fiscal y nuevas medidas de reorganización del sector público empresarial, "sacrificios que afectan a todos sin excepción". Cree que estos permitirán la continuidad de las prestaciones sociales que el Estado "ha torpedeado gravemente".