- ¿Esperaba un incremento tan elevado de la presión fiscal en Canarias?

- Todos esperábamos que subieran algo el IGIC, que recuperaran Sucesiones y hasta in- cluso se podía asumir que se incrementara en alguna medida el tramo autonómico del IRPF, pero lo que no se entiende es que no hayan hecho recortes importantes en la Comunidad Autónoma en los últimos años y ahora, en el último minuto, suban los impuestos de esta forma. No sé a quién engañan cuando dicen que se mantienen las prestaciones sociales cuando, por otro lado, suben el coste de la vida. Lo que está provocando el Gobierno es que la gente tenga cada vez más dificultades para comprar la comida.

- ¿Repercutirá el nuevo impuesto a las grandes superficies en los precios?

- Lo que no tiene sentido es que este Gobierno gaste por aquí y por allí y ahora de repente saque un impuesto que le grava 11 euros por metro cuadrado a los locales. No sabemos aún si lo tendrá que pagar el arrendatario o el arrendador. Si lo paga el arrendador tendrá cada vez más dificultades para pagar la hipoteca y si lo paga el arrendatario lo repercutirá directamente en la cesta de la compra, porque se trata de un coste adicional a los alquileres.

- ¿No le vale el argumento del Gobierno de que la recaudación será para salvaguardar la sanidad y la educación?

- A costa de la comida. Cuando me dicen que es para salvaguardar la educación todo el mundo sabe que los resultados del sistema educativo ahora son peores que los de hace 15 años. No se trata de un problema de presupuesto sino de eficiencia en la gestión de ese presupuesto. ¿Cómo es posible que haya mucho más dinero que antes y la educación esté cada vez peor? Le decimos a la gente que es para salvaguardar la sanidad y la educación pero no le decimos que la comida va a ser más cara.

- ¿Empeorará la situación del consumo, ya de por sí mala?

- Evidentemente no va a ayudar. Es un ataque frontal no sólo al sector comercial sino a las zonas turísticas. Creo que no lo están haciendo como deben porque aunque en algunos centros comerciales haya aumentado el número de visitantes tras reformas y ampliaciones que se han hecho, las ventas siguen siendo las mismas que antes. Las cosas no se arreglan subiendo impuestos y gravando las rentas sino ayudando a la inversión y a los nuevos proyectos empresariales. Lo que no podemos seguir pensando es que somos un país rico, porque ya no lo somos, y por eso no podemos tener el mismo nivel de prestaciones que antes. Se suben los impuestos como si todavía fuéramos un país rico.