Seis meses después de tomar posesión como presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, se reunirá la próxima semana con su homólogo en Canarias, Paulino Rivero. Una cita muy esperada tras los numerosos enfrentamientos que han tensado la relación Canarias-Estado desde que el líder del PP llegó al palacio de la Moncloa. Varios son los temas que se han amontonado sobre la mesa y para los que el jefe del Ejecutivo regional -socio del PP en la anterior legislatura- ha requerido diálogo y una respuesta inmediata, que se ha hecho esperar.

Desde el lunes de la semana pasada ambos gabinetes están cerrando el orden del día de la reunión. Salvo problemas de agenda de "ultimísima hora", se viene trabajando para que se celebre la próxima semana. Hoy Moncloa y el Gobierno canario esperan fijar definitivamente el día y la hora para el acto.

La última vez que se vieron ambos mandatarios fue el 7 de septiembre de 2010, con motivo de la visita del presidente nacional del PP a Gran Canaria.

Desde que Rajoy tomó posesión el 21 de diciembre ha recibido a la mayoría de los presidentes autonómicos dentro de la tradicional ronda institucional, excepto a los de La Rioja, Canarias, además de los de Andalucía y Asturias. La falta de una cita con los representantes de estas dos últimas regiones está justificada por haber estado inmersas en elecciones autonómicas hasta este mismo mes. De hecho, la comunidad asturiana sigue sin presidente tras los comicios.

El gabinete de Rajoy ha justificado el retraso de la cita con Rivero por la "apretada agenda" del presidente nacional, a pesar de que Canarias soporta la segunda mayor tasa de desempleo, después de Andalucía, con un 32%, cifra que la sitúa en una situación de "emergencia social", según alerta el Gobierno isleño.

Tras los continuos reproches lanzados por el presidente canario a Madrid, el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, le aconsejó el pasado 4 de abril que tuviera "paciencia" porque el presidente español "lo recibirá". Soria negó entonces que se estuviera produciendo un retraso premeditado en la reunión.

Mientras, en Canarias, el presidente nacionalista no ha dudado en este tiempo en arremeter contra Rajoy, a quien acusa de "maltratar" a las Islas y haber "dado muestras" de ser "un problema" para el Archipiélago.

El presidente regional sostiene que la reforma laboral, el desajuste anual de 600 millones de euros para las Islas en el sistema de financiación autonómica, el recorte de 800 millones de euros a las Islas contemplados en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2012, la extinción de las subvenciones a la desalación del agua de mar, la suspensión de las primas a las energías renovables y a las bonificaciones de las tasas aéreas han colocado a la Comunidad Autónoma en "una situación tremendamente difícil".

La tensión entre ambas instituciones se elevó a su grado máximo con la autorización del Estado a Repsol el pasado 16 de marzo para efectuar prospecciones petrolíferas junto a las costas de Fuerteventura y Lanzarote. Una decisión que provocó el inicio de una batalla judicial por parte de Canarias para paralizar los permisos.

Las protestas de Rivero alcanzan también a la negativa de Moncloa a poner fecha para la reunión de la Conferencia de Presidentes.

Asimismo, durante estos meses, dirigentes de CC han endurecido su discurso contra el Ejecutivo central, al considerar que promueve políticas y acciones "contrarias a los intereses del Archipiélago".

Sumisión

Los desencuentros entre las dos administraciones han sido rechazados de plano por las patronales empresariales que han llamado en reiteradas ocasiones a la búsqueda del consenso. "Se tienen que sentar ya y dejar de mandarse recaditos que no conducen a nada", afirmó en abril el presiente de la Confederación de Empresarios, Sebastián Grisaleña. Palabras en las que coincidió el presidente de la CEOE en Tenerife, José Carlos Francisco, para quien "la situación de Canarias exige un diálogo más permanente y rápido entre Rivero y Rajoy". Los empresarios han manifestado durante este periodo su hastío, al verse "en medio del fuego cruzado".

El 8 de mayo, Rivero anunció en el pleno del Parlamento regional una "próxima" reunión con Rajoy para plantearle las prioridades de las Islas. Ofreció "diálogo sin sumisión" pero pidió "lealtad institucional".