La implantación de una tasa a las pernoctaciones de los turistas que llegan a las Islas es acogida con diferencias en el sector empresarial. La patronal tinerfeña, Ashotel, abandera el establecimiento de esta tasa mientras que los empresarios turísticos de Las Palmas siempre se habían negado, pero ahora se encuentran en la tesitura de tener que aceptar este gravamen si quieren evitar el incremento del IGIC aprobado por el Gobierno, que grava directamente la cuenta de resultados de las empresas.

La aprobación de una tasa similar por parte de Cataluña, que entrará en vigor en noviembre, abrió hace unos meses la posibilidad de aplicar algo parecido en Canarias y así se apuntó en varias ocasiones por el Gobierno autonómico. Sin embargo, el asunto se aparcó hasta que se encendieron las alarmas del sector turístico cuando el Ejecutivo dio a conocer el incremento de los impuestos, entre ellos la subida del 5 al 7 % del tipo general del IGIC, que repercute directamente en los servicios turísticos. De esta forma, los empresarios tinerfeños recuperaron de nuevo la opción de la tasa mientras las patronales de la provincia oriental se enrocaron en su negativa a cualquier subida impositiva.

El presidente de Ashotel, Jorge Marichal, cree que la tasa bien gestionada no tiene por qué repercutir negativamente en el sector y la afluencia de turistas. "Si se sabe gestionar bien, funciona y el cliente lo entiende", explica. De esta forma, el Ejecutivo obtendría los ingresos que requiere para cumplir con el déficit y no se perjudica el negocio turístico de forma tan gravosa.

Sistema menos gravoso

Por su parte, el expresidente de la patronal tinerfeña y empresario, José Fernando Cabrera, asegura que los empresarios del sur de Tenerife están a favor de una tasa de estas características porque "es un sistema menos gravoso para el sector y para el cliente". En opinión de Cabrera, la subida del IGIC no sólo perjudicaría directamente a las empresas, sino que encarecería mucho más el destino porque multiplicaría los precios de los paquetes vacacionales.

Pero el gravamen no se ve de la misma forma por los empresarios de Las Palmas. Algunos de ellos, que prefieren guardar el anonimato, consideran que el debate de la tasa "lo han provocado desde Tenerife ATI y Ashotel y aquí no hay mucho debate porque, tal como está el mercado y las perspectivas del verano, no se puede estar subiendo los precios a los clientes".

El presidente de IFA Hoteles y dirigente de la Cámara de Comercio, Santiago de Armas, critica tanto la subida del IGIC como poner una tasa "porque encarece el producto y nos hace menos competitivos. El Gobierno se contradice porque critica la subida de las tasas aéreas por el Gobierno central y, sin embargo, aquí sube impuestos o establece nuevas tasas que hacen menos competitivo al sector". De Armas reconoce que los empresarios canarios "están divididos" a la hora de fijar un criterio común que compagine la necesidad del Gobierno de recaudar y las reivindicaciones del sector, que pide el IGIC reducido.

Por su parte, el director general del Grupo Cordial, Nicolás Villalobos, cree que tanto una cosa como otra son una "calamidad" para el sector pero, puestos a elegir, considera que es preferible la tasa al turista. "Subir el IGIC un 2 % es una agresión al sector turístico, la tasa también grava pero no sería tan perjudicial siempre y cuando la gestione y recaude Hacienda, porque los hoteleros no podemos dedicarnos a esto ya que también repercutiría en las empresas".

El presidente de la patronal de Las Palmas, Fernando Fraile, admite que la propuesta le ha cogido a contrapié pero los empresarios de una y otra provincia están obligados a entenderse para trasladarle al Gobierno cuanto antes una propuesta. Las distintas patronales se reunirán por separado en los próximos días y a principios de la próxima semana pactarán una propuesta que trasladarán al Ejecutivo para que la estudie y la incluya en la nueva ley.

Diferencias con Cataluña

Según Ashotel, la tasa que se propone no es idéntica a la aprobada en Cataluña, que a partir de noviembre cobrará entre 1 y 3 euros, según la categoría del establecimiento, por pernoctación. La fórmula que se establezca en Canaria podría ser similar a la existente en EE UU o París. Actualmente en EE UU los turistas pagan 14 dólares (unos 11 euros) para poder visitar el país mientras que en la capital francesa hay una tasa municipal del 2 % de lo que se pague en concepto de habitación que supere los 200 euros por habitación y noche.

Según los empresarios tinerfeños, si se establece una tasa por cada pernoctación se podrían superar los 100 millones de euros de recaudación ya que unos 11 millones de turistas suman 92 millones de pernoctaciones en un año. Si cada una está gravada en función de la categoría del establecimiento, se podrían alcanzar las pretensiones del Gobierno.

Sea como sea, el Ejecutivo advierte de que la pelota está en el tejado de las patronales turísticas. Hacienda espera la concreción de la nueva tasa en los próximos días para analizarla y comprobar si es aplicable y si se cumplen los objetivos recaudatorios que ya están previstos con el incremento del IGIC. Las prisas aceleran las gestiones porque el tiempo corre en con-tra del Ejecutivo.