El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, negó ayer tajantemente que Marruecos haya expresado ningún tipo de recelo o malestar por la decisión del Gobierno de España de autorizar a Repsol la búsqueda de petróleo en aguas cercanas a Canarias y próximas a la mediana marítima entre ambos países. El ministro canario aseguró que durante sus dos días de estancia en Casablanca y sus entrevistas con distintos ministros marroquíes no ha encontrado "la más mínima expresión y ningún indicio respecto a ningún tipo de malestar" por parte del Gobierno de Rabat.

Soria aseguró, de hecho, que en esta su primera visita oficial al país vecino desde que está en el Gobierno, ni habló del tema con ninguno de sus interlocutores marroquíes "sencillamente porque las prospecciones petrolíferas no forman parte de la agenda bilateral de ambos países, que es una cosa distinta y mucho más seria".

El ministro llegó a negar la existencia en el pasado del malestar marroquí por las autorizaciones a Repsol sin antes haber cerrado entre ambos países un acuerdo sobre la mediana marítima entre las costas marroquíes y las canarias. Obvia de esta forma no sólo los comentarios de febrero pasado del ministro de Industria marroquí, Abdelkader Amara, durante un viaje a la capital española, en los que pidió "concertación" al Gobierno español sobre las prospecciones, sino también la protesta formal presentada por el Gobierno marroquí en 2001 tras la primera autorización para realizar sondeos en la zona.

En todo caso, Soria aseguró ayer que el asunto no se abordó "ni de pasada" con ninguno los dos ministros con los que se entrevistó este semana en Casablanca, el de Industria y el de Economía, Nizar Baraka. "No se mencionó el tema de las extracciones de petróleo en territorio marroquí, ni de las prospecciones en territorio español", aseguró.

El también presidente del PP canario afirmó que es el Gobierno de Canarias y los dos partidos que los conforman, CC y el PSOE, quienes se empeñan en colocar esta cuestión en la agenda política y diplomática de las relaciones entre ambos países. Y fue más allá al calificar de "absoluto ridículo" el reciente viaje a ese país del presidente de Canarias, Paulino Rivero, y dio a entender que éste se inventó haber hablado con el monarca alauí, Mohamed VI, sobre las prospecciones de uno y otro lado de la actual mediana imaginaria y en las que éste le habría confesado que no habían encontrado petróleo.

"El único problema que hay es del Gobierno de Canarias que, como tiene que tapar los enormes y profundos problemas que tiene la sociedad canaria y su absoluta incapacidad, saca estos temas como si fueran bilaterales y se permiten incluso de hacer un viaje a Marruecos de absoluto ridículo y venir diciendo que ha hablado con el monarca alauí de los temas del petróleo", aseguró antes de añadir que "cada uno hace el ridículo como quiere".