¿Ha sido éste el congreso más duro de CC, el que más al límite ha llevado la unidad?

Ha sido un congreso muy duro, sí, pero es que tras un desastre en las elecciones generales como el que hubo, en donde CC fracasó rotundamente, nadie podía irse de rositas y por la necesidad de hacer una reflexión sobre lo ocurrido, no podía salir otra cosa. Todo eso tenía que ponerse de manifiesto en el congreso. Ha sido un congreso duro pero necesario.

¿De qué ha servido esa reflexión si el partido sale del congreso totalmente dividido?

Sí, efectivamente. Creo que el resultado de la votación para la elección del secretario general y del presidente obliga a la nueva dirección a preocuparse por el gran número de votos en contra.

¿En qué debe traducirse esa prudencia y ese realismo que reclama a la nueva dirección?

Cada uno tendrá que hacer las lecturas de lo que son sus carencias o debilidades, y de sus fortalezas. Lo importante es cómo tienen que interpretarlo los que han salido, que teniendo la mayoría y el apoyo del partido, sin embargo, se ha puesto de manifiesto el disgusto de mucha gente. Por eso tienen que ser muy prudentes a la hora de actuar y contemplar los problemas de cada una de las islas.

¿Cree que el congreso se ha cerrado en falso y que de facto se resolverá en los congresos insulares que se celebrarán ahora?

El congreso no se ha cerrado en falso, se ha cerrado con el apoyo de una mayoría minoritaria a un grupo de trabajo que fue el planteado, y con un voto en contra, realmente importante. Ahora vienen los congresos insulares y en ellos se plantearán quiénes son los que deben estar al frente de CC en cada isla. Puede producirse, en algunos sitios, un revulsivo respecto a la situación actual.

¿Estima que eso puede llevar a CC a una situación ingobernable?

Pero es que esto es CC, no somos un partido asimilable a los partidos estatales, no venimos de Madrid. Estamos en Canarias con nuestro propio partido y nuestra propia organización. Pensar que los que tiene la responsabilidad nacional no son capaces de adaptarse a la realidad de cada una de las islas, sería absurdo.

¿Hay posibilidad real de una ruptura en CC?

No, no, todo lo contrario. Yo creo precisamente que se va en el camino de la renovación del fortalecimiento, de la toma de conciencia de los problemas reales de la calle y la necesidad de estar al lado de la gente. Lo que no puede ser es que todos nos salgamos de rositas cuando hay problemas enormes en la calle.

¿El debate sobre el modelo de partido esconde discrepancias ideológicas importantes en CC?

Yo no lo creo. Creo que el presidente del Gobierno cuenta con el apoyo de CC de una forma importante, y yo le apoyo, absolutamente. Con lo que no estoy de acuerdo es que sea además el presidente de CC. En ese modelo en donde se supone que se han superado unos problemas de pensamiento de las islas y cosas de éstas, creo que todavía es necesario un equilibrio exquisito entre las dos islas mayores, entre las islas menores, etc.

¿El sector enfrentado a Paulino Rivero pretendía una revisión de los acuerdos de gobierno con los socialistas?

No, por lo menos en mi intención de voto, nada más lejos de la realidad. Yo creo en el pacto que se hizo con los socialistas y aplaudo ese acuerdo éste. Pero también creo que, en estos momentos, en Canarias y en España, para salir de la crisis terrible que estamos viviendo se necesita dar confianza y eso sólo lo lograremos con un pacto en el que estemos todos, es decir, consultar a la oposición e incluso meterla dentro de las responsabilidades de gobierno, con un gobierno de concentración.

¿Quiere decir en el ámbito estatal y también en Canarias?

Sí. Lo pensaba cuando estaba Zapatero y ahora lo digo que está Rajoy, no creo que sea bueno llegar a acuerdos solamente parciales con el Partido Socialista, sino que deberían hacer un gobierno de concentración de todo el arco parlamentario. En Canarias, debido a la coyuntura que estamos pasando, se debía aprovechar para hacer un gobierno de concentración en donde se llame al PP, que además está gobernando en Madrid, para que entre a formar parte del gobierno y resolver el problema en estos momentos más importante de todos, que es el paro. Los políticos deberían de dejarse de tonterías e intentar buscar soluciones económicas al problema social que tenemos planteado. Y esto lo digo para Madrid y lo digo para Canarias.

¿No está de acuerdo con la línea del gobierno de Canarias?

A mí me parece que la línea que está siguiendo es la única posible dentro del pacto que está establecido. Lo que creo es que hay que dar un paso más y darle entrada también al PP, que es el que tiene el gobierno en Madrid, para que eche una mano a esta tierra que está abandonada de la mano de dios.

¿Es partidario de un pacto con el PP porque es quien gobierna el Estado?

En este momento, sí.

¿Incluso aunque fuera sin el PSOE?

No, no, todos, todos: CC, PSOE, PP, incluso Nueva Canarias. Me parece que la responsabilidad del momento nos debería obligar a todos a tener conciencia de que lo más importante es el problema del trabajo, es el futuro de esta tierra. Y creo que nadie está cualificado para resolverlo sino que tenemos que resolverlo entre todos. Un poco lo que se hizo en 1978.

¿Confía usted en Paulino Rivero como hombre fuerte de CC?

Tengo una confianza absoluta en Paulino Rivero, me parece que es un trabajador nato y un hombre muy preocupado siempre por estar presente en todas las islas y por la gente. Pero, insisto, ese no es el problema. Con toda su buena voluntad, no está resolviendo el problema.

¿Da por hecho que Paulino Rivero va a intentar repetir como candidato a la presidencia canaria en 2015?

En 1999 yo era presidente y me retiré, ¿para qué? para que hubiera un presidente de Gran Canaria, que fue Román Rodríguez, y para que cuatro años después hubiera un presidente de Tenerife, que fue Adán Martín. A mí me parece que no es bueno para esta tierra en que durante doce años se mantenga un presidente de Tenerife. Creo que es necesario equilibrio y alternativas. Creo que debe ser es un acto de generosidad, de conocimiento de la problemática de nuestra tierra, de equilibrio.

¿El próximo candidato de CC tendría que ser de Gran Canaria?

Sin duda, me parece incluso imprescindible para poder mirar a la cara a mis amigos de Gran Canaria. Hay que potenciar al máximo a una persona en Gran Canaria para que fuera presidente ahora o dentro de tres años. Estamos ahora en un momento muy trascendental en donde es necesario poner imaginación y dar solución a muchos problemas.

Ironizan los afines a Rivero con que la renovación de CC se identifique con usted, fundador y considerado del ala más conservadora.

El que me digan que yo, a lo largo de mis doce años de alcalde, ocho en el gobierno, seis de presidente y más de uno de vicepresidente, soy conservador, me hace cierta gracia. Me siento tan renovador y tan progresista como el que más, y no por las cosas que voy a hacer, sino precisamente por las que hice. Y los que vengan detrás tendrán que demostrarlo con hechos que lo son.