El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, afirmó ayer que la mayoría de canarios está a favor de la posibilidad de crear una actividad industrial vinculada al petróleo en aguas del Archipiélago por su potencial económico y de creación de empleo. Aseguró que encontrar crudo en las zonas en las que Repsol llevará a cabo los sondeos "sería lo mejor que les podría pasar a Canarias y a los canarios, sobre todo a los que sufren una situación de desempleo".

"Sería una lotería para todo el Archipiélago", afirmó el ministro durante su respuesta a una interpelación en el Senado del senador de CC-AHI Narvay Quintero.

Soria respondía de esta forma a la consideración del senador herreño de que el Consejo de Ministros otorgó en marzo la autorización a Repsol contra el criterio de la mayoría de la sociedad canaria y de sus instituciones, tanto del Gobierno regional como de los cabildos y ayuntamientos de Lanzarote y Fuerteventura, frente a cuyas costas se van a llevar a cabo los sondeos. "No me atrevería a decir que la inmensa mayoría de la sociedad canaria está en contra de las prospecciones. Afirmaría rotundamente lo contrario. Hoy la desesperación en Canarias tiene nombre y apellido, que son las 300.000 personas que quiere trabajar y no trabajan teniendo Canarias potencial para que hubiese una actividad económica industrial adicional que pudiera complementar al turismo", afirmó el ministro.

Soria insistió en los argumentos económicos de una posible industria petrolera en las Islas y en sus efectos sobre el empleo: "Tenemos una enorme calamidad y fatalidad en Canarias que es la enorme cifra del paro, y aunque el turismo se doblara de 12 a 24 millones de visitantes, que no se va a doblar porque no hay capacidad, pero ni aun así tendríamos suficiente para generar el empleo que nos es preciso y que podría generar una actividad industrial complementaria", afirmó.

El ministro rechazó que los permisos a Repsol tengan por objeto defender el interés de una compañía, como se denuncia desde el Ejecutivo autónomo, y sostuvo, por el contrario, que se trata de "una decisión que defiende el interés general de España y en particular de Canarias porque si se detectara que hay petróleo o gas generaría una actividad de la que los canarios saldríamos muy beneficiados". Recordó que, si son ciertas las previsiones de la petrolera, se obtendrían 140.000 barriles al día, lo que supone el 10% de los 1,4 millones de barriles que consume España actualmente.

El titular de Industria aseguró que el permiso para las investigaciones "no presupone que si hay petróleo lo vayan a sacar, primero la compañía tiene que pedir un permiso de explotación, que se puede dar o no". Con todo, adelantó que "si tras la investigación se deduce que hay petróleo, el ministerio lo va a autorizar".

Soria insistió en que las posibles extracciones se producirían a 61 kilómetros de la costa canaria, "en pleno océano Atlántico" y que "si me hubiesen planteado una autorización a nueve o diez kilómetros, como hizo el anterior gobierno en las costas de Valencia y de Málaga, eso hubiese sido un argumento para sopesar el no dar esa autorización".

Quintero consideró que el riesgo de una actividad petrolífera "es mucho", especialmente en una zona de riesgo donde hay movimientos sísmicos, cuando sus beneficios son, dijo, inciertos. Advirtió al ministro que "el petróleo puede ser una lotería para un momento de crisis, pero es un argumento perverso porque en 10 o 12 años puede hacer una daño irreparable al turismo".

Un argumento que Soria rechazó de plano y sobre el que anunció que en una reciente visita a la Facultad de Estudios Turísticos en la Universidad de Tarragona, ni profesores ni alumnos le han advertido sobre la incompatibilidad de ambas actividades. "Todo el mundo está encantado", afirmó el ministro en relación con la presencia de la plataforma Casablanca de Repsol a 25 kilómetros de la costa tarraconense, la Costa Dorada, una de las zonas turísticas más demandadas del Mediterráneo.